Brasil, mayor productor y exportador mundial de caña de azúcar, azúcar refinada y etanol de caña, será también el primero en el mundo en producir caña transgénica, informó este viernes el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
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La condición de pionero mundial en esta tecnología fue garantizada con la decisión esta semana de la Comisión Nacional de Bioseguridad, un organismo vinculado al Ministerio, de autorizar la comercialización en el país de una variedad de caña genéticamente modificada desarrollada en el país, la «Cana Bt».
«Desde los tiempos coloniales, la caña de azúcar tiene un papel importante para la economía brasileña. La novedad es que Brasil desarrolló y será el primer país del mundo en aplicar la biotecnología en la caña», aseguró el especialista Jesús Aparecido Ferro, investigador de la Universidad Estatal Paulista y uno de los integrantes de la comisión que autorizó la licencia.
De acuerdo con Ferro, la variedad de caña desarrollada mediante transferencias de genes permitirá aumentar tanto la productividad como la calidad de la caña de azúcar en Brasil.
El especialista, citado en el comunicado del ministerio, agregó que los análisis hechos por la comisión demostraron que la caña transgénica desarrollada en Brasil no constituye ningún riesgo para la salud humana ni para el medioambiente.
La variedad transgénica desarrollada en Brasil por el Centro de Tecnología Cañaveral (CTC) le otorga a la caña resistencia a la broca de la caña, la principal plaga que amenaza el cultivo en Brasil y que reduce significativamente su productividad.
Según la CTC, una empresa brasileña dedicada al desarrollo y la comercialización de variedades mejoradas de caña de azúcar, la variedad transgénica licenciada cuenta en su genoma con el gen Bt (Bacillus thuringiesis), que es usado con seguridad en otros cultivos genéticamente modificados de soja y maíz.
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La Unión de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica), una de las principales patronales de los productores de caña en Brasil, considera que el uso de la tecnología transgénica reforzará un sector que es de vital importancia para la economía del país.
«Somos el tercer segmento en la pauta de exportación de productos agrícolas en Brasil, principalmente en el mercado de azúcar refinado», según el presidente de Unica, Eduardo Leao de Sousa.
De acuerdo con el dirigente, las 360 plantas de procesamiento de caña del país mueven anualmente unos 100.000 millones reales (unos 31.250 millones de dólares), atienden la oferta de unos 70.000 productores independientes y generan cerca de un millón de empleos formales en unos mil municipios.
Incluso sin la caña transgénica, Brasil es el mayor abastecedor mundial del producto, con una producción prevista para la próxima cosecha de 647 millones de toneladas en cultivos que se extienden por unas 10 millones de hectáreas.