El Gráfico Chile

Los ojos chilenos del caballo más querido del Belmont Stakes

Con tan sólo 22 años Miguel Rosales está a cargo de cuidar a “Patch”, un caballo que, pese a quedar tuerto, compite con los mejores y sueña con quedarse con la prueba del sábado.

(Al Bello/Getty Images)

Una maleta y mucha ilusión era el equipaje que portaba Miguel Rosales al partir de Santiago rumbo a Estados Unidos. No se imaginaba lo que iba a estar viviendo en 2017. A la distancia, su nerviosismo al partir con 18 años recién cumplidos, dista mucho de la imagen que muestra ahora, maduro y con la confianza de hacer de su pasión por los caballos, su trabajo.

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Cuatro primaveras después, el cuidador chileno tiene una de las tareas que exigen más confianza en un corral, especialmente en el del minucioso Todd Pletcher, reconocido preparador que ha levantado los trofeos más importantes de la hípica estadounidense, el Kentucky Derby y el Belmont Stakes: darle todas las comodidades al viejo y querido «Patch».

El purasangre hijo de «Union Rags», ganador del Belmont Stakes en 2012, y la yegua «Windyindy» tendrá la monta de John Velázquez en la competición que se corre en Nueva York y todo el apoyo del público por una particular característica, es tuerto. Así como el querido «El Cantante»en las pistas chilenas, en la exigente hípica norteamericana el ejemplar necesita el cariño en su preparación y ahí estará Rosales para darle todos los cuidados que precisa en la previa de la prueba que es parte de la triple corona estadounidense.

El chileno cumple un sueño que logró con mucho sacrificio desde sus comienzo en el corral de Raúl Montesino y todo el esfuerzo que demostró en el Club Hípico de Santiago:»Desde los 14 años trabajé en Chile y todo lo he realizado por el amor a los animales, por eso desarrollé está vocación», comenta a El Gráfico Chile desde el mismísimo corral donde se prepara «El Parche».

A sus 22 años y sin manejarse todavía en el inglés, cuenta que los sacrificios por fin están valiendo la pena y espera tener una alegría que corone su trabajo: «Apartarme de mi país fue difícil, estoy muy agradecido de la gente, he pasado por muchos estados y hay mucha gente que me ha apoyado, hay que seguir luchando pese a que uno extraña mucho», relata agradecido del espacio que le brindo Pletcher en la antesala de una carrera tan importante a nivel mundial.

Rosales comenta lo profesional que es este corral ubicado en la ciudad de Elmont cerca de Nueva York, garantizando instalaciones de primer nivel y un ambiente que poco tiene que ver con la hípica sudamericana: «El corral de Todd, tiene toda una lista completa y un orden característico. La hípica chilena, en cambio) es muy mal pagada, está mucho mejor Estados Unidos, mientras en Chile trabaja una persona, acá lo hacen tres por cada ejemplar, como muestra», comenta orgulloso de donde ha llegado.

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La carrera del año

Para Miguel Rosales es una oportunidad única. Hace un mes y medio que está casi todo el día al cuidado de Patch, el caballo que perdió un ojo por una úlcera y una infección, que sin embargo, no impidieron que siguera corriendo entre los mejores del país norteamericano. «Hace 45 días que llegó al corral de Todd y paso por hartos estados… el caballo para correr no tiene problemas, lo hace súper bien, sin un ojo no tiene problemas».

Emocionado relata como ha sido la experiencia de estar con uno de los potros que estarán en la carrera de este sábado en el Belmont Park: «Es mucha responsabilidad tener a este caballos, es una presión que tienes que asumir porque el trainner te está dando toda la confianza. Hubo mucho esfuerzo cuidando el caballo, demasiadas etapas y mi jefe me tuvo la confianza para poder cuidarlo».

Ahora, quiere ir contra todos los pronósticos y confía en que su regalón pueda sorprender en la carrera de 2400 metros sobre arena, que es la tercera etapa de la Triple Corona y la carrera más antigua del continente: «Ganar el Belmont Stakes es un sueño que puede transformarse en realidad. El caballo se siente muy bien, está en buenas condiciones y todos confían en él también», cierra.

 

Así se corrió el Belmont Stakes en 2016:

En Chile tmabién corrió un caballo tuerto, «El Cantante» ¿Lo recuerdas?

 

 

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