La Seremi de Salud de la Región Metropolitana y la Policía de Investigaciones (PDI) incautaron más de 10 mil lentes de contacto y soluciones salinas para dichos productos en un local comercial de la calle San Diego.
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Los productos no contaban con la debida autorización del ISP, no presentaban los respectivos instructivos en español y estaban almacenados en condiciones sanitarias deficientes.
El subjefe de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI, comisario Raúl Arancibia, informó que en “el operativo se detuvo a una persona de nacionalidad chilena, responsable del local comercial que importaba sin documentos de procedencia, ni permisos del ISP, distintos lentes de contacto cosméticos y soluciones salinas sin rotulación en español y que eran almacenados en condiciones higiénicas inadecuadas”.
“Los lentes eran vendidos en $9.000, precio muy menor comparado a los $20.000 que se pueden encontrar mercado formal, pero sin las garantías sanitarias ni comerciales pertinentes”, detalló.
La Seremi de Salud RM abrió un sumario sanitario cuya multa puede fluctuar entre las 0,1 y las 1000 UTM y prohibió la venta de los lentes en el local comercial. Por su parte, la Bidema de la PDI continúa con las pesquisas para descubrir ilícitos similares que pongan en riesgo la salud de la población y el medio ambiente.
Implicancias para a salud
El uso de lentes de contacto sin la receta médica y en condiciones deficientes puede provocar problemas graves en la córnea, desde herida, inflamaciones, infecciones por bacterias e incluso la pérdida del ojo.
El seremi de Salud de la región Metropolitana, Carlos Aranda, explicó que los riesgos para la salud que podrían implicar la utilización de estos lentes irregulares, puesto que “los daños en el ojo pueden ser permanentes. Los ojos tienen una medida especial de curvatura, eje y tamaño de globo, mientras que los lentes de contacto de colores y decorativos están fabricados en medidas estándar”.
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“Así, cuando el lente no es el adecuado para el globo ocular, es más curvo que el ojo, se pueden producir una disminución de la oxigenación de la córnea (hipoxia), lo que la deja expuesta a heridas y ulceraciones. La falta de oxigenación de la córnea puede, incluso, terminar con la pérdida del ojo”, añadió.
Además, explicó que “si se usa un lente de mala calidad, almacenado de manera incorrecta y sin supervisión médica, en el corto plazo se podrían producir erosiones, queratitis y úlceras. En el largo plazo, la deformación de la córnea e inflamaciones en las glándulas que están detrás del párpado”.
