Francisco Delgado, un menor de 4 años de la ciudad de Houston en Estados Unidos falleció una semana después de nadar en un dique, producto de un «ahogamiento seco».
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De acuerdo a lo revelado por CNN, una ola proveniente de una embarcación cercana hizo que su cabeza se hundiera, siendo auxiliado por un amigo de la familia. Sin embargo, el pequeño no presentó problemas y siguió jugando tranquilamente, por lo que sus padres pensaron que estaba bien.
Al otro día, el menor comenzó a vomitar y presentó diarrea, por lo que fue llevado a un hospital, en donde señalaron que presentaba un virus estomacal. Los días pasaron y los problemas persistieron, hasta que una semana después quedó inconsciente.
«Amo a mi hijo tanto, siempre lo estoy tocando, y siempre estoy hablando con él cuando está durmiendo, y de repente se despertó. Él me miró, y sus ojos se volvieron hacia atrás y respiró hondo. Le pregunté: ‘Frankie, ¿qué pasa?’, y me levanté muy rápido, y vi que tomó un respiro, pero nunca exhaló», relató su padre del mismo nombre, afirmando que nuevamente fue llevado a urgencias.
Los intentos por salvarlo resultaron en vano. Los médicos estuvieron cerca de una hora intentando reanimarlo, pero no fue suficiente, falleciendo el menor. En el recinto, indicaron que la causa del deceso se debió por «ahogamiento seco».
«El ahogamiento en seco, que ocurre cuando un nadador está en tierra, es el resultado del agua que queda en los pulmones que causa edema o hinchazón», señaló el portavoz del Colegio Americano de Médicos de Emergencia, Juan Fitz.
Los síntomas generalmente aparecen 24 horas después del hecho que inicia todo, apareciendo una tos persistente, dolor en el pecho, letargo, fiebre y cambios en el estado de ánimo.
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«Mi hijo era especial, mi hijo era tan bueno, él era el mejor. Todo lo que quiso hacer fue poner una sonrisa en mi cara», culminó el padre.