Varios adultos lanzaron a niños pequeños desde las ventanas de la Torre Grenfell, en el oeste de Londres, en un aparente intento por salvarles del incendio desatado en un edificio residencial de 24 plantas, según testigos presenciales.
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Un bebé se salvó tras ser arrojado por una mujer desde el noveno o décimo piso del bloque, que incluye vivienda de protección oficial -la que se ofrece a las personas sin recursos económicos-, explicó una vecina, Samira Lamrani.
Lamrani, que se encontraba debajo del edificio de 120 apartamentos, situado en el barrio de Kensington, relató como, desde la calle, podía ver «a gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando».
«En una de las ventanas, en el noveno o décimo piso, había una mujer haciendo señas, explicando que iba a tirar a su bebé y que si alguien podía atraparlo», contó.
Fue un hombre, según afirmó Lamrani, quien escuchó la súplica de la mujer y consiguió atrapar al niño, que al parecer sobrevivió.
La misma testigo narró cómo la gente que se agolpaba en las inmediaciones del bloque de pisos trataba de «tranquilizar» a las personas que se «asomaban y gritaban» por las ventanas.
«Podía ver la muerte en sus miradas», sostuvo, antes de añadir que «los gritos, especialmente de los niños» se le quedarán «grabados durante mucho tiempo».
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Otra testigo de la tragedia, una residente del edificio llamada Zara, detalló cómo vio también a otra mujer arrojar a su hijo, de unos cinco años, desde una ventana del «quinto o sexto piso».
«Creo que el niño tiene algunos huesos rotos y moratones pero que está bien», manifestó.
La búsqueda continúa por las redes sociales
Familiares de afectados en el incendio de una torre residencial en Londres recurren a las redes sociales en un intento por localizar a sus seres queridos que siguen desaparecidos tras el fuego, donde al menos 17 personas han muerto.
Los portales Facebook y Twitter se han llenado de llamados desesperados de personas que buscan noticias de algunos de los residentes del bloque de 24 pisos que ardió el miércoles, sin que aún se conozca la causa, y de quienes no han vuelto a tener contacto.
El diputado laborista David Lammy, del barrio londinense de Tottenham, colgó en su cuenta de Twitter un mensaje con el que trataba de recabar alguna información sobre Khadija Saye, una fotógrafa de 24 años que vivía en el inmueble, que acababa de exponer su trabajo en la Bienal de Venecia.
En su tuit, Lammy pidió ayuda a fin de hallar a su «querida amiga, alma bella y artista emergente».
If you have any information about Khadija Saye pls contact me. She is our dear friend, a beautiful soul and emerging artist. #GrenfellTower pic.twitter.com/quSP6PtD7V
— David Lammy (@DavidLammy) June 14, 2017
El ciudadano Adam Smith también recurrió a Twitter en busca de datos sobre su madre, la octogenaria Sheila, residente en el apartamento 132 del edificio calcinado, y de quien no se tienen noticias desde el siniestro.
https://twitter.com/thecockneybard/status/875072807801114625
En Facebook, amigos y familiares de otro de los inquilinos de la torre, Tony Disson, hacían un llamamiento para tratar de localizarlo. Su hijo, Lee, escribía: «Si alguien ha visto a mi padre, Tony Disson, podría comunicárnoslo. Mi corazón está con todas las personas de la Grenfell Tower».
También la familia de la estudiante Jessica, de 12 años, desaparecida en el incendio, trataba de hallar a la niña, que se separó de sus familiares al desatarse el fuego.
Su tía, Ana Ospina, indicó a medios británicos que ha recorrido los hospitales de Londres, donde se trata actualmente a los heridos, buscando a su sobrina, quien sigue desaparecida y a quien, al parecer, se la llevaron los médicos que atendieron a los afectados por el fuego en una ambulancia.
Por su parte, los bomberos de Londres, que han desplegado a más de 250 efectivos, admitieron hoy que «desconocen» la cifra exacta de desaparecidos por el suceso. Las autoridades tampoco esperan hallar a nadie más con vida en el inmueble siniestrado.
En el edificio, que constaba de unos 120 departamentos, vivían entre 400 y 600 personas, muchas de ellas familias jóvenes.