Rusia acusó este jueves a Washington de haber desplegado misiles contra el ejército de Damasco en una base militar situada en Siria, a unos kilómetros de la frontera con Jordania.
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«Estados Unidos desplazó desde Jordania hasta la base de las fuerzas especiales estadounidenses situadas en la zona siria de la localidad de Al Tanaf (18 km de la frontera jordana) dos baterías de lanzacohetes múltiples HIMARS», anunció en un comunicado el ministerio ruso de Defensa.
«La instalación de cualquier tipo de arma extranjera en el territorio sirio (…) debe ser objeto de un acuerdo con el Gobierno soberano del país», denunció el ministerio.
«El radio de acción de los lanzacohetes múltiples HIMARS no permite apoyar a las unidades de las ‘Fuerzas Democráticas Sirias’ bajo control de Estados Unidos, que luchan contra los terroristas de (la organización) Estado Islámico (EI) en Raqa», afirmó el comunicado.
La coalición internacional liderada por Washington «atacó varias veces a las fuerzas sirias gubernamentales, que combaten contra el EI, cerca de la frontera con Jordania», aseguró.
«No es difícil, por tanto, imaginar que continúen esos ataques contra las unidades del ejército sirio, pero esta vez con la ayuda de HIMARS», añadió.
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La coalición estableció una zona «de distensión» de 55 kilómetros alrededor de la base de Al Tanaf, decretando que las fuerzas rusas y sirias no tenían derecho de acceder a ella.
El 8 de junio, la alianza dirigida por Estados Unidos anunció haber abatido un dron que pertenecía probablemente a fuerzas aliadas de Damasco. Era la tercera vez en menos de un mes que la coalición golpeaba objetivos del régimen de Bashar al Asad en esa zona.
Fiel aliada del Gobierno sirio, Rusia interviene militarmente en el país árabe desde septiembre de 2015.
