La Presidenta Michelle Bachelet se refirió a diversos temas de la contingencia nacional e internacional durante su anoche en el programa «El Informante» de TVN.
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En entrevista con Juan Manuel Astorga, la mandataria abordó situaciones como la desconfianza que vive el sistema político actual e irrupción de nuevos actores como el Frente Amplio; las reformas que ha llevado adelante su gobierno, el malestar ciudadano con el sistema de pensiones, la crisis en Carabineros, la relación con Bolivia y la situación que se vive en La Araucanía, entre otros temas.
A pocos meses de las elecciones presidenciales, la jefa de Estado reconoció que estamos viviendo un período que «genera tensión» y que los partidos políticos atraviesan «un momento muy complejo». Pese a lo anterior, enfatizó que como Gobierno «nos hemos preocupado de asegurar la unidad».
Aunque reconoció que no ha leído los programas de gobierno de los diversos aspirantes a La Moneda, la gobernante dijo tener claro «quiénes no quieren continuar el mismo camino de nosotros». No obstante, reafirmó que en su administración «hay convicción clara sobre las reformas».
Tuvo palabras en especial para el Frente Amplio, esgrimiendo que sus figuras no provienen de los sectores populares y clases media u obrera de la sociedad, sino que más bien «son los hijos de…».
Luego, la Mandataria ahondó sobre el mismo punto indicando que de acuerdo a estudios «no es que haya habido una irrupción masiva social, que democratiza mucho más».
En cuanto a la no realización de primarias al interior de la Nueva Mayoría, la autoridad lo atribuyó probablemente a la renuncia del exPresidente Ricardo Lagos para seguir en la carrera por el sillón de La Moneda: «Siempre es una buena opción (las primarias). Sin embargo, hay gente que piensa que deja muchas rencillas. A mí me gustan las primarias».
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Bachelet aprovechó la ocasión para hacer un llamado a las distintas cartas presidenciales a «informarse bien», ya que según su visión «algunos candidatos están proponiendo cosas que ya son realidad».
Sobre la crisis de la política actual, la Mandataria enfatizó que «en todos los países hay crisis de representatividad, no es un fenómeno solo de los chilenos. Este es un fenómeno bastante universal, bastante generalizado».
La jefa de Estado precisó que «hay una especie de sospecha generalizada que ha caído sobre las élites, por eso aparecen nuevas figuras políticas. Todas las encuestas dicen que las élites están en amplio cuestionamiento. Estoy trabajando fuertemente para ver cómo podemos reconstruir la confianza de los ciudadanos».
Acerca de la relación con la Nueva Mayoría , apuntó que pese a algunos desencuentros durante estos casi cuatro años «he contado en este gobierno con el apoyo de la Nueva Mayoría en la enorme cantidad de proyectos que hemos llevado adelante».
De igual forma, expresó que «en la política uno tiene que buscar la mayor cantidad de acuerdos posibles», y como ejemplo de ello expuso lo que pasó con la reforma tributaria que «fue apoyada por mayoría, se hizo lo que más se pudo y creo que ha empezado a generar resultados».
Sobre la reforma educacional y el objetivo de campaña que planteó respecto a la gratuidad universal, la mandataria manifestó que «siempre hay el riesgo potencial que alguien ideológicamente no cree que la educación es un derecho social, y por tanto que la gratuidad no es algo que los jóvenes merecen». Sin embargo, dijo que su esperanza es «firmar la Ley de Educación Superior».
A modo de conclusión sobre este tema, hizo hincapié en que en su gobierno «no somos populistas y no le mentimos a la gente. Queremos llegar al 100% de gratuidad, pero también tenemos que considerar los mecanismos que nos permitan hacer esto sustentable».
Para la Presidenta Bachelet, el tema de las pensiones representa un problema que afecta principalmente a la clase media del país lo que se ve reflejado en las masivas marchas contra el sistema de AFP: «Es evidente que las pensiones son malas por distintas razones (…) Tenemos que tratar de universalizar más derechos».
En otro tema, la adopción por parte de parejas homosexuales también fue puesta sobre la mesa. Ante ello, la jefa de Estado sostuvo que su administración quiere ver el grado de acercamiento de la ciudadanía hacia este tema y ratificó el compromiso de un debate amplio al respecto: «Hemos definido un camino que es un debate abierto, y creo que eso es un tremendo avance».
Consultada si es que hay proyectos de ley o promesas de campaña que no va a alcanzar a promulgar antes del fin de su mandato, apuntó al de la nueva Constitución aunque aseguró que intentarán enviarlo antes de las elecciones «para que sea un tema sobre el cual los candidatos puedan pronunciarse».
El millonario desfalco al interior de Carabineros, que ya supera los $22.500 millones, también fue abordado. Al momento de explicar por qué no ha optado por sacar de su cargo al general director de la institución, Bruno Villalobos, Bachelet destacó que apenas surgió el escándalo él se puso a la cabeza de este tema y ha prestado amplia colaboración con la justicia: «A la institución y al país les hace mejor cuando una persona que no está implicada pueda al mando de una institución tomar el control», dijo.
Más allá de aquello, la jefa de Estado sostuvo no saber por qué «en Chile cuando hay cualquier problema se quiere ‘cortar la cabeza’ (…) No me gusta que frente a cualquier cosa, la gente lo primero que piense es en ‘cortar la cabeza».
En cuanto a si ella cree en la completa inocencia de la autoridad policial, fue clara: «Cuando él me ha dicho que no tiene ninguna relación con esto, yo confío».
Sobre la situación que se vive en La Araucanía referidos a actos de violencia por parte de grupos clandestinos, la Presidenta Bachelet expresó su posición advirtiendo que «siempre es malo generalizar», pero apuntando que efectivamente «en La Araucanía ha habido actos terroristas, y cuando pasan se ha aplicado la Ley Antiterrorista». Pese a ello, expresó sus reparos a que haya gente que “cree que la solución al conflicto es aumentar la represión».
Eso sí, precisó que esta legislación «está en discusión para mejorar aspectos que tiene». En ese sentido, destacó sobre el trabajo de la comisión formada que existen «deudas históricas del Estado de Chile con el mundo mapuche», y que «muy pronto daremos respuesta a la propuesta de la comisión».
En temas económicos, expresó que «no soy ciega, sé que cuando se generan procesos de transformaciones se produce incertidumbre». También enfatizó que «en América Latina han bajado las proyecciones de crecimiento en todas partes y hay países que están en recesión. Chile no está en recesión y mantenemos los mejores índices de la región. Sí han habido factores externos».
Para la Presidenta Bachelet, las críticas a la gestión económica pasan porque «hay gente que quería que Chile siguiera tal cual estaba antes, que muchas cosas no cambiaran».
Sobre la relación con Bolivia y consultada si es que tiene algún mensaje en particular para enviarle al presidente Evo Morales, la mandataria solo se limitó a decir que «nosotros vamos a seguir trabajando con Bolivia. En el ámbito de La Haya tenemos nuestra postura».
Sin embargo, confesó que parte de su par altiplánico «han habido frases que creo que no han sido justas, que yo no diría». En ese sentido, señaló que las acusaciones de Bolivia sobre supuestas «torturas» a los nueve bolivianos detenidos en el norte es «francamente, un despropósito».
Sin ánimo de profundizar sobre las diferencias, sostuvo que como país «siempre tenemos que hacer los máximos esfuerzos para que las relaciones con los vecinos sean lo más óptimas posibles».
Respecto a su opinión sobre la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la Presidenta Bachelet repasó que la relación entre Chile y Estados Unidos ha pasado por varios momentos complejos, pero tras la recuperación de la democracia «se recupera una relación bastante positiva en lo político, pero también en lo económico y comercial».
En lo que sí expresó diferencias claras fue en la decisión de Trump de sacar al país norteamericano del Acuerdo de París: «Nos ha producido profunda decepción la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París. El cambio climático no es una mentira, me genera preocupación que haya sectores que digan que es un invento».
Consultada si ha sido más difícil gobernar la primera vez que la segunda, respondió que «siempre es difícil gobernar, porque se requiere tomar decisiones». No obstante, reconoció que en el actual período «ha sido más complejo por varias razones (…) al fijarse un programa de transformaciones que tocan intereses, obviamente que es más complicado».
Antes de finalizar, la Presidenta Bachelet señaló a modo de reflexión que en su caso no ha tenido como propósito «conseguir estatuas ni calles con mi nombre, nunca ha sido ese el sentido». Por el contrario, dijo que su deseo en el poder es hacer las cosas bien para la gente: «Cuando uno ve y vive con las personas que esto que estamos haciendo está cambiando la condición social, me llena de alegría».
Asimismo, recalcó que «en un programa con tantas reformas, muy pocas se ven al día siguiente».