La Presidenta, Michelle Bachelet, junto a los ministros de Hacienda, de Trabajo y Previsión Social; y de Salud, firmó el Proyecto de Ley que Crea el Seguro para el Acompañamiento de los Niños y Niñas (SANNA).
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Esta ley busca regular la cobertura, los requisitos de acceso y las prestaciones de un seguro solidario, que será financiado por un fondo que se creó en abril de este año, a través de la ley 21.010. Esta nueva herramienta permitirá a los padres y madres de niños con condiciones de salud grave, acompañarlos en sus tratamientos, sin que esto perjudique su estado laboral. En simples palabras, el SANNA funcionará de manera similar a una licencia médica.
“Lo que hay detrás del proyecto, representa el camino que hemos recorrido juntos y nos acerca al horizonte de lo que, como país, necesitamos: fortalecer nuestra solidaridad para cuidarnos unos a otros”, afirmó la jefa de Estado.
El SANNA busca resguardar el acompañamiento de padres y madres, a sus hijos en estado de salud grave, sin afectar su condición laboral.
Condiciones para acceder al seguro
La ley SANNA entrega una licencia médica a los padres y madres de menores de edad que se encuentren en un estado de salud grave, entendiendo como tal: cáncer, trasplante de órgano sólido, desahucio o estado terminal o accidente grave con riesgo de muerte o secuela funcional severa y permanente.
La medida comenzará en los casos de cáncer y para niños en cuidado paliativo por la misma enfermedad. De manera gradual se incorporarán condiciones como trasplante, estado terminal y otras.
Sin embargo, en un comienzo la ley solo aplicará en casos de niños afectados por cáncer y para aquellos que requieren cuidados paliativos por cáncer avanzado. «Más adelante y en forma gradual, se incorporarán los (casos de) trasplantes, enfermedades terminales, accidentes graves y de riesgo vital», detalló la Presidenta, Michelle Bachelet.
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«Acompañar a esos hijos en momentos tan duros no es ni puede ser un lujo: debe ser un derecho», agregó la mandataria. La ley señala que el beneficio puede solicitarse cuando el menor tiene entre 1 año y 15 o 18 años, dependiendo del caso, y que su estado de salud corresponda a alguno de los mencionados anteriormente.
«Acompañar a esos hijos en momentos tan duros no es ni puede ser un lujo: debe ser un derecho», señaló la Presidenta Bachelet.
Financiamiento
En abril de este año se aprobó la ley 21.010, con la cual se creo un fondo que permite financiar estos permisos y subsidios para las madres y padres trabajadores de los menores que se encuentran en esta situación. El fondo se integrará con una cotización mensual con cargo al empleador, o del trabajador independiente (según corresponda). El monto en régimen será del 0,03% de las remuneraciones imponibles.
La cotización será implementada de manera gradual, en la misma proporción en la que se irá extinguiendo la cotización extraordinaria del Fondo de Contingencia de las Mutualidades, hasta alcanzar la cotización de régimen, en enero de 2020.
Beneficios
Según el Ministerio de Desarrollo Social, 3 millones de padres y madres que trabajan tienen al menos un hijo menor de 18 años. Y sumado a lo anterior, se estima que existen 4 mil niños afectados por algunas de las contingencias graves de salud que contempla esta ley. Novecientos de ellos corresponden a casos de cáncer.
El permiso que otorga la ley SANNA, para los padres que trabajan, pueda tener una duración de 90 días corridos en un periodo de 12 meses. Además, es un beneficio que pueden utilizar ambos progenitores, cuando ambos trabajan. La licencia podría ser de hasta 180 días, sumando padre y madre en un periodo de 12 meses.
El beneficio puede ser utilizado por ambos progenitores (si los dos trabajan). En este caso, la licencia podría ser de hasta 180 días (si la utilizan en periodos separados de 90 días cada uno).
En una visión más general, según explicó la Presidenta, esto funcionará de manera similar a una licencia médica, permitiendo que los trabajadores reciban una prestación económica que reemplaza total o parcialmente su remuneración, durante el tiempo que dure el beneficio.
El SANNA reemplaza de manera total o parcial su remuneración durante el tiempo que dura el beneficio.
La Mandataria destacó que se trata de un cambio de paradigma en nuestra legislación laboral «que siempre entregó las tareas del cuidado a la madre». «Esta iniciativa se basa en un trabajo serio, que nos ha permitido combinar gradualidad, sostenibilidad financiera y compromiso de todos los sectores”, agregó.
El cambio gradual que permitirá su financiamiento debería completarse en enero de 2020 y se calcula que el fondo que financiará esta medida alcanzará un monto anual superior a los 13 mil millones de pesos.