Era una noticia que muy pocos querían escuchar pero que se oficializó este miércoles: Justo Villar no va más en Colo Colo. En los cuatro años que estuvo en Colo Colo, luego de llegar en 2013, el paraguayo se ganó el cariño y respeto no sólo de los hinchas de los albos, sino que de todo el fútbol chileno. Su personalidad y sus grandes actuaciones le valieron aplausos por montón.
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Por eso, a muchos les impactó que haya sido desvinculado de manera tan drástica del conjunto de Macul. Lo cierto es que sus diferencias con la dirigencia y el hecho que no iba a ser inscrito para el Torneo de Transición por la recuperación de su lesión en la rodilla, que lo tendrá fuera de las canchas hasta octubre, le pasaron la cuenta y terminaron su ciclo con Colo Colo.
Un ciclo futbolístico que comenzó en 2013 y que llegó a su fin en marzo de 2017, cuando disputó su último compromiso bajo los tres palos del arco del Cacique en el partido ante Univesidad Católica, donde salió lesionado de su rodilla. Una lesión que sería fatídica en su futuro.
En total, Villar jugó un total de 118 duelos y ganó dos torneos nacionales y una Copa Chile. Sus registros son claros y eficaces: 70 partidos ganados, 22 empates y sólo 26 derrotas. En puntaje, el paraguayo «ganó» 354 unidades de las 23200 que disputó, con un registro de 65,3 por ciento de efectividad.
En duelos disputado, en tanto ganó el 59,3 por ciento de los partidos donde estuvo en cancha, acumulando 10.352 minutos jugados, un total de 114 goles en contra y un coeficiente de 0.96 tantos recibidos por encuentro disputado.
La vara en el arco de Colo Colo es alta y la presión aún mayor. Sin embargo, Villar logró consolidarse y entregar seguridad a un puesto cuestionado hasta antes de su llegada. Agustín Orión, nuevo arquero de los albos, tendrá una dura misión.