Sydnee Offord es una mujer de 29 años que cumplía penas de cárcel en el HMP Send de Surrey de Inglaterra por violar una orden de restricción interpuesta por su ex novia, cuando se dio cuenta que alguien al interior del recinto se había fijado en ella: una de las guardias.
PUBLICIDAD
Faron Selvage, una joven de 21 años que estaba encargada de custodiar a las reclusas, se enamoró apenas vio a Offord, comenzando una serie de acciones en materia romántica que están prohibidas.
Pese a que la guardia tenía novio y que si alguien se daba cuenta de su conducta iba a ser despedida, comenzó de inmediato con su deseo de poder flechar a la reclusa.
«Es extremadamente linda. Un día yo estaba sentada en mi cama y exclamó: ‘Nunca sentí nada así por una mujer'», asegura la ahora ex presidiaria al diario inglés The Sun sobre su primer contacto con Selvage. Después de eso, la obsesión que sentía la guardia no paró. Inventaba excusas para ir a la celda de Offord, para luego comenzar a acercarse más íntimamente a la mujer.
«Me dijo que le gustaban mis pechos. La próxima vez nos besaríamos más apasionadamente. Pasó cada vez que venía a mi celda. Nos tocábamos los senos y pasábamos nuestras manos por las piernas y traseros», relata la ex reclusa, quien incluso recibió chocolates de regalo.
De igual manera, agregó que «estaba claro que Faron quería sexo total. Cuando nos enganchamos me emocionó porque sabía del peligro. Pero lo rechacé porque sabía que caminábamos sobre hielo delgado. Le dije que la podrían detener, pero no le importó».
Y pese a que finalmente Offord cumplió su castigo y salió en libertad, Selvage no se olvidó fácilmente de la mujer. Comenzó a enviarle ardientes mensajes y selfies, algunas ligera de ropa y otras completamente desnuda. «Quiero conocer todo sobre tu cuerpo… labios… todo», es uno de los textos que le escribió.
PUBLICIDAD
Finalmente, las autoridades de la cárcel se enteraron de la conducta de Faron, la cual es investigada por conducta inapropiada en el recinto penal.