A algunas les da lo mismo, mientras que a otros no es gusta mucho. Hoy en día, cuando tienes que hacer un examen para saber tu colesterol o glucosa, se tiene que recurrir al pinchado de una jeringa para extraer un poco de sangre. Sin embargo, eso podría cambiar.
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Hace dos años cuatro jóvenes universitarios comenzaron a desarrollar una tecnología que hará este examen incluso más fácil que un test de embarazo. Así nace Daeki.
“En un proceso de búsqueda de problemas para un ramo de la universidad, allí uno de nosotros se dio cuenta que su padre no iba hace años a realizarse exámenes de sangre porque tenía miedo a las agujas”, cuenta Amanda Céspedes, CEO y co-fundadora de Deaki Tech.
Añade que en esa búsqueda de un mecanismo indoloro “descubrimos que con la saliva se podían medir distintas partículas para detectar diversas enfermedades, como la diabetes, además de monitorear niveles de colesterol, hormonas, entre otros”.
Céspedes comenta que por ahora están enfocados en la consolidación del kit para medir la glicemia. ¿Cómo funciona? “Uno coloca una muestra de saliva como muestra a analizar y genera bandas de color dependiendo de los niveles de hemoglobina glicosilada (promedio de glucosa en la sangre de los últimos 3 meses). A través de estos indicadores de colores se sabrá si se tiene diabetes, prediabetes o si los niveles de hemoglobina glicosilada son normales”.
Es joven innovadora señala que en este momento están en la búsqueda de financiamiento para mejorar el tiempo de respuesta del test y para validarlo clínicamente.
En tanto, el foco está puesto en que pase a ser usado en los centros médicos en las misma consultas, para así ahorrar tiempo a pacientes y doctores, aunque la idea es que “en un futuro este kit se pueda encontrar en las farmacias a lo largo del país y el mundo para que uno se pueda controlar en el hogar o inclusive comprarlo para un pariente al que no le gusta o no tiene tiempo para ir al doctor”, sostiene.
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Emprender en el mundo de la ciencia
Tras esta iniciativa hay equipo multidisciplinario especializados en biotecnología, computación, química y diseño ha recibido el apoyo de diversos doctores, especialistas y organizaciones como
En ese sentido, Céspedes confiesa que en su experiencia “es difícil emprender en el área de la ciencia, comparativamente es mucho más complejo que en otras áreas, ya que la mayoría de los fondos están enfocados en tecnologías de la información, tales como apps y e-commerce que tienen un rápido ingreso al mercado, a diferencia de desarrollos científicos como el nuestro que pueden tardar años en ser desarrollados y probados para no ser un riesgo para la salud”.
Eso sí, destaca que han recibido ayuda al participar de instancias como R2B Catalyst, hub orientado el desarrollo de proyectos de negocios basados en ciencia, junto a fondos de Corfo, que les ha permitido desarrollar su tecnología.
De todas maneras, subraya que “aún con ello hacen falta más fondos de inversión que ayuden a desarrollar nuevas tecnologías desde Chile. Algo más importante aún, es que se necesita un cambio de mentalidad que implique no sólo invertir en lo que hoy se puede vender sino que también se busque invertir en lo que mañana podría cambiar el mundo”, apunta.