Centenares de noruegos sacaron la billetera para reparar una sorprendente roca de forma fálica seccionada por unos desconocidos.
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Unos paseantes encontraron esta protuberancia destinada a convertirse en atracción turística, «Trollpikken» -«el pene del troll» según la traducción más recatada- al pie de la pared rocosa en la que se erigía hasta entonces, en el sudoeste de Noruega.
Las marcas de perforación en la roca muestran que la formación geológica sufrió un acto de vandalismo deliberado. La policía abrió una investigación.
Para recomponer la roca, un empresario local lanzó una colecta en una web de microfinanciación. Casi un millar de donantes habían respondido este lunes a la llamada «El pene del troll debe ser reerigido», que ha reunido ya 160.000 coronas (17.000 euros, 19.000 dólares).