Koh Tao: así es paradisíaca “isla de la muerte” en donde los visitantes son devorados por lagartos

Koh Tao es una paradisíaca isla ubicada en Tailandia que es bastante concurrida por turistas norteamericanos y europeos debido a las bellezas que ofrece el lugar: aguas cristalinas, mucha vegetación y celebradas fiestas en las noches. Sin embargo, no todo es felicidad en el lugar.

Elise Dallemange es una ciudadana belga de 30 años que llevaba cerca de 48 meses viajando por Asia. Cuando ya había decidido volver a su país, fue por unos días al mencionado paraíso terrenal. Esta fue su última visita a un rincón del mundo.

La europea era parte de un grupo en donde seguían a un líder que aseguraba ser un Dios en la Tierra. Vivió un tiempo con el hombre en Koh Phangan, una isla vecina a Koh Tao, en donde practicaba yoga y tantra.

El 28 de abril pasado, Elise fue encontrada muerta en medio de la selva. Además, la mitad de su cuerpo había sido devorada por lagartos. Para la policía, la mujer se quitó la vida y luego fue consumida por los animales.

La familia eso si, no cree en esta versión y apuntan a algo más allá, debido a que este no es el primer caso extraño ocurrido en el lugar. En los últimos años, al menos otras seis personas han fallecido en extrañas circunstancias, por lo cual se ganó el área el apelativo de «la isla de la muerte».

Cuerpos que aparecen flotando en el agua, cadáveres de mujeres con signos de violación y parejas encontradas semidesnudas y muertas son parte de lo que ha acontecido en Koh Tao.

De acuerdo a lo informado por un habitante del lugar a The Guardian, todo tiene una explicación: hay bandas peligrosas que se encuentran en este punto de Tailandia.

«La mafia aquí no es la que lleva armas en cajas de violines o golpea la puerta de las viviendas acosando a las personas. Ellos son familias que están aquí desde hace generaciones y que controlan las islas aún desde antes de la policía», señaló.

Sin embargo, la policía no parece interesada en este tema. «Esta noticia es vieja, ya fue desestimada. No hay nada más que decir», expresaron al diario News de Australia.