El ministerio de Asuntos Exteriores chino ha confirmado el envío de buques militares y aviones de combate al Mar de China Meridional tras la incursión ayer de un destructor de misiles estadounidense cerca de las islas Xisha.
PUBLICIDAD
«China ha desplegado buques militares y aviones de combate para poner sobre aviso al destructor estadounidense», declaró en la noche del domingo el portavoz de Exteriores chino Lu Kang en un comunicado.
Las declaraciones del Gobierno chino se produjeron tras conocerse la incursión este domingo de un destructor de misiles estadounidense frente a las islas Xisha, ubicadas en el Mar de ChinaMeridional, y que el país asiático considera bajo su soberanía.
«China insta a los Estados Unidos a poner fin de inmediato a este tipo de operaciones provocativas que violan la soberanía de este país y amenazan su seguridad», agregó.
Lu calificó de calificó la incursión de «pretexto bajo la libertad de navegación» sin la aprobación previa de China y subrayó que las islas son «parte inherente del territorio chino», de acuerdo con la Ley de la República Popular de China sobre el Mar Territorial y la Zona Contigua, promulgada en 1996.
«Este comportamiento constituye una seria provocación política y militar», continuó, «China está fuertemente insatisfecha y se opone firmemente a ella».
El portavoz gubernamental acusó a Washington de actuar en la dirección opuesta al resto de países de la región que «aspiran a la estabilidad, desarrollo y cooperación».
PUBLICIDAD
-¿Qué se disputan?-
A pesar de que EEUU y China habían acercado posturas tras la reunión entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, en Florida, las fricciones entre ambos en el Mar de ChinaMeridional siguen siendo recurrentes.
Pekín reivindica la casi totalidad del mar de China Meridional, comprendiendo zonas muy cercanas a las costas de numerosos países del sureste asiático, y ocupa el archipiélago Paracel y varios islotes del archipiélago Spratly, que fueron ampliados artificialmente para albergar potenciales bases militares.
Se trata de una zona estratégica que albergaría importantes reservas de gas y petróleo.
Allí China ha llevado a cabo en los últimos años operaciones de construcción de islas artificiales, y planeado bases militares potenciales en minúsculos arrecifes.
Washington no acepta estas anexiones de islotes, práctica que también usan otros países de la región, y aboga por una solución diplomática a estos diferendos.