«No cometió ningún crimen». Con estas palabras António Maris, uno de los abogados del presidente de Brasil Michel Temer, defendió al mandatario tras presentar hoy los alegatos a la comisión de la Cámara de Diputados que estudiará la denuncia por corrupción contra el jefe de estado.
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El profesional señaló que «esta acusación no es contra un ciudadano común, es contra el presidente de la República y contra Brasil», siguiendo la misma línea de las palabras del líder carioca.
La Comisión de Constitución y Justicia será la encargada de analizar el caso que acusa a Temer de recibir un soborno de 500.000 reales (150.000 dólares) de JBS, la mayor procesadora de carne del mundo, a través de un asesor al que la policía fotografió recibiendo una maleta con el dinero antes de arrestarlo.
No hay ni siquiera indicios de que, por lo contenido en el audio, el presidente haya incurrido en un delito de corrupción pasiva»
Posterior al trámite, la denuncia pasará a votación en la Cámara Baja donde si al menos dos tercios de sus 513 miembros acogen la los cargos se autorizará el inicio de un juicio penal contra Temer, quien sería suspendido de su cargo por 180 días.
La defensa también impugna la validez de una grabación, hecha por Joesley Batista, uno de los dueños de JBS, en la que el mandatario parece dar su aval al pago de un soborno para comprar el silencio de un diputado preso.
«No hay ni siquiera indicios de que, por lo contenido en el audio, el presidente haya incurrido en un delito de corrupción pasiva», indicó el abogado del presidente.
La comisión decidirá sobre el asunto en unos quince días. De comenzar el juicio judicial contra Temer, el mandatario sería el primer jefe de estado en ser acusado de un delito común durante el ejercicio de su cargo.