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Sin prejuicios: este es el perfil de hombres y mujeres que estudian carreras estigmatizadas para un género

Alumnas y alumnos nos cuentan cómo es estudiar disciplinas poco tradicionales como mecánica automotriz o diseño de vestuario.

Las mujeres son mayoría en la educación superior. Desde el 2009 las jóvenes superan a los hombres en los estudios en Universidades, Institutos Profesionales (IP) y Centros de Formación Técnica (CFT), llegando este año a un 52% de participación, de acuerdo a los últimos datos entregados por el Consejo Nacional de Educación (Cned).

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Si bien el porcentaje de hombres y mujeres se puede ver de forma casi equiparada, esta proporción cambia en algunas disciplinas que son vistas históricamente para un género específico, como el caso del área de salud y educación, donde existen mayoritariamente mujeres, con una participación de 76% y 74% respectivamente, mientras que el sector de tecnología llega a un porcentaje abultado de hombres con 78%.

Según los datos del Cned, las carreras que cuentan con una proporción mayoritaria de un género u otro, tienen que ver con las áreas mencionadas, destacando técnico en educación parvularia y diseño de vestuario con menos hombres matriculados en pregrado este 2017. En el caso de las mujeres, las carreras con menor intervención del género femenino son técnico en mecánica automotriz e ingeniería mecánica.

Conversamos con jóvenes que tomaron la opción de dejar atrás los prejuicios e ingresar a estudiar disciplinas que de a poco se abren, para en un futuro formar generaciones mixtas.

Pilar Aranda/mecánica automotriz

Pilar Aranda tiene 21 años y va en 4º año de técnico en mecánica automotriz en el Duoc UC, y cuenta que desde muy pequeña tomó la decisión de estudiar una carrera que no es común en mujeres, lo que generó una gran satisfacción en su papá, tanto que llegó a hacerle una fiesta en modo de celebración.

“Mi papá es obsesionado con los autos y yo salí igual, y como era el sueño frustrado de él, decidí hacerlo yo y se puso feliz, me hizo hasta una fiesta cuando supo y de ahí que todos me apoyan en mi familia”, cuenta Pilar.

La joven de la quinta región, agrega que si bien al principio sintió prejuicio de parte de los hombres, esto fue cambiando, lo que se refleja en los clientes que llegan hasta el taller mecánico donde trabaja.

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“Al principio me hacían preguntas con mucha curiosidad, pero ahora soy una más. Me ha pasado que los clientes me miran fijo, escuchan todo lo que les digo, y después me dicen ¿cómo usted sabe tanto de mecánica? les explico lo que estudio y de ahí me meten conversa en buena onda”, relata.

La sensación que tuvo Pilar al comenzar sus estudios, fue la misma que se le generó a Victoria Oporto, quien va en 4º año de Ingeniería Civil Mecánica de la U. Chile, quien afirma que si bien ahora ha visto más programas de inclusión de género, sintió que los hombres la miraban en menos.

“Cuando empecé a hacer la práctica sentía que el resto me miraba en menos a mí y al resto de las mujeres, como si no fuéramos capaces de terminar los trabajos, o incluso ellos nos prestaban ayuda, por eso siempre una tiene que ir demostrando que sí tiene los conocimientos y se la puede”, explica

Si bien Victoria manifiesta que aún algunos hombres tienden a tener conductas diferenciadoras, en el último tiempo con el ingreso de más mujeres a este tipo de disciplinas, se ha vencido la barrera del prejuicio.

“hemos logrado vencer el estereotipo o prejuicio que la sociedad nos ha impartido desde pequeños, se nos intenta segmentar, pero ahora demostramos que depende de gustos y capacidades”, agrega.

Martín Martínez, diseño vestuario

Ambas estudiantes fueron minoría en sus carreras, donde la tónica era tener 30 compañeros hombres y entre dos a diez mujeres como máximo, situación inversa a la que viven Felipe Apablaza y Martín Martínez, dos alumnos de diseño de vestuario en el Duoc UC, donde ellos son minoría.

“Antes estudié ingeniería en prevención de riesgos, pero duré un semestre porque nunca me gustó y no me atrevía a decirle a mis papás, pero cuando ya les dije se lo tomaron súper bien y pude quedarme tranquilo”, cuenta Martín.

Al igual que Martín, Felipe pasó por otras carreras y algunos trabajos, antes de atreverse a estudiar diseño de vestuario, y recuerda que cuando ya se aventuró a estudiar lo que realmente le gustaba, tuvo que lidiar con una interpretación equivocada de parte de sus compañeras.

“Con la mayoría de mis compañeras me llevo súper bien, pero al principio pensaban que era gay, como se supone que son todos los hombres en este tipo de carreras, pero después supieron que no era así”

Situaciones como las relatadas aquí, son las que tiene que vivir hombres y mujeres que se atreven a estudiar carreras estigmatizadas sólo para un género, pero todos concuerdan en que la mentalidad ha ido cambiando.

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