Hasta al frente del Palacio de La Moneda llegó el autodenominado “Bus de la libertad”, con el objetivo de entregar su mensaje que busca que sean los padres quienes eduquen a sus hijos según sus valores y convicciones, y una menor intervención de parte del Estado.
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El polémico bus se encontró con el “Bus de la diversidad”, gestionado por el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), lo que provocó caos y problemas por las principales calles de la capital, con adherentes y detractores que de forma pública expresaron su postura frente a temas valóricos, lanzando piedras y rayando la máquina.
Días previos al trayecto del bus, la vocera de gobierno, la ministra Paula Narváez expresó que si este bus no va en la línea del respeto, no comparten su recorrido.
“Iniciativas que fueran en esa línea (del no respeto a las diferencias) no las compartimos, so atentaran en contra de los derechos de niños y niñas existen las instancias y las instituciones correspondientes para que esos derechos queden protegidos”, manifestó Narváez.
Frente a las declaraciones de la vocera de gobierno, la vocera del “Bus de la Libertad” y directora del Observatorio legislativo cristiano, Marcela Aranda, manifestó que el Estado “ha estado incitando al odio”
“El Estado debe otorgar especial protección al ejercicio del derecho de los padres. El Estado a través de su vocera de gobierno Narváez ha estado constantemente dando mala información, tergiversando nuestro mensaje e incitando al odio”, declaró Aranda.
La próxima manifestación en el bus está programada para este miércoles 12 de julio en Valparaíso, y según agrego la vocera de la iniciativa en Chile, esperan poder contar con apoyo del parlamento.
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“Esperamos que esta vez el poder legislativo de indicios de democracia y converse con nosotros para que vean las firmas que tenemos que ya son cerca de 100 mil”, puntualizó.