Uruguay realizará un ajuste semestral en el precio de la marihuana de uso recreativo que se venderá en farmacias teniendo en cuenta el Índice Medio de Salarios, el Índice de Precios al Consumo (IPC) y el valor del dólar.
PUBLICIDAD
A su vez, «el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) puede determinar los ajustes que considere necesarios», dijo el presidente de ese organismo, Augusto Vitale, en la Comisión de Presupuesto del Parlamento uruguayo.
El comienzo de la venta está prevista para este mes y son 16 las farmacias que dispensarán el producto con un precio que asciende a 1,30 dólares el gramo.
El costo del producto fue definido teniendo en cuenta el precio del mercado ilegal, que se ubica «entre los 1,30 y 1,50 dólares el gramo», con le objetivo de «atacar las bases económicas del narcotráfico», aseguró el jerarca.
El Ircca facturará el 10% de las ganancias de los productores y de las farmacia y a su vez «un margen del 10% sobre el precio de venta al adquirente», con lo que se espera recaudar 1.036.000 dólares para el financiamiento de sus propias actividades, indicó Vitale.
Añadió que «al día de hoy hay 5.000 personas inscritas -para adquirir la marihuana en las farmacias-, que consumirán cerca de dos toneladas y media al año», por lo que «no se aumentará (el número de) licencias para producir más» hasta que lo producido sea absorbido por el mercado.
«No hay que hacer una superproducción para correr el riesgo de que luego no sea dispensada en el mercado», afirmó el jerarca, quien hizo énfasis en que la marihuana producida tiene «la capacidad de guardarse en condiciones seguras durante seis meses».
PUBLICIDAD
En cuanto a la distribución del cannabis, el jerarca subrayó que «no hay un mercadeo asociado al producto» y que la venta «está en línea con las políticas vinculadas al tabaco», en referencia a la obligatoriedad impuesta a las tabacaleras de comercializar los cigarros en envases con advertencias sobre los riesgos de fumar.
En ese sentido, el cannabis será distribuido en un «envasado plano con advertencias para la salud», que no tendrá «ningún tipo de promoción» y que apuntará a la «sensibilización» sobre «el riesgo de esta sustancia», afirmó Vitale.
En tanto, el responsable del Ircca indicó que el excedente de la marihuana producida puede también ser «materia prima» para «generar productos de uso medicinal de cannabis en el mercado local», lo que permitiría que «los pacientes tengan una accesibilidad mayor» a esos medicamentos.
El «uso medicinal del cannabis es una posibilidad de desarrollo», que puede generar «recursos genuinos por cobros de licencias de producción», indicó el jerarca.
Vitale subrayó la cantidad de controles aplicados al cannabis en su etapa de producción, que explican la demora de la implementación de la venta en farmacias, y subrayó que «las garantías» «de salir con un producto en todas las condiciones de calidad son absolutas».