En 2016 se registraron un total de 462 huelgas, lo que supone un aumento de un 20% con respecto al año anterior, según el informe del Observatorio de Huelgas Laborales (OHL).
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El reporte, elaborado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, en conjunto con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), da cuenta que el año pasado fue el que registró el número más alto de movilizaciones desde 1990, cuando hubo 321.
Pese a la mayor cantidad, la duración de las huelgas en 2016 fue más corta respecto del año anterior: de 9,5 a 8,4 días en el sector privado y de e 5,2 en 2015 a 3,8 en el sector público.
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Diego Velásquez, investigador asociado del OHL, asegura que este informe da cuenta de que “estamos en un nuevo ciclo de huelgas”, el que a su juicio se explica por múltiples como factores económicos, políticos y culturales, y propios de las organizaciones sindicales”.
En esa línea, asegura está por verse la capacidad de la reforma laboral “para incluir a mayores masas de trabajadores, la incidencia en nuevos sectores y sobre las temáticas que pueda abordar”.
Al respecto, el subsecretario del Trabajo, Francisco Javier Díaz, afirmó que la iniciativa “traerá mayor actividad sindical, pero a la vez mayor promoción de diálogo entre las partes»
Motivos de la huelga
Respecto de los motivos por los cuales los trabajadores escogen la huelga como medio para exigir que se cumplan sus demandas, se registró una disminución leve del porcentaje que son provocadas por demandas salariales respecto del 2015.
Sin embargo, estas siguen siendo ampliamente mayoritarias en el sector privado (60,9%). Respecto de esto, Francisca Gutiérrez, investigadora del OHL, asegura se explica por varios factores. “Uno es que, efectivamente, los salarios en Chile son bajos. Los estudios de Fundación Sol son claros al respecto. Otro factor es que la legislación chilena limita los ámbitos posibles de negociación colectiva. De esta manera, restringe las posibilidades reales de los sindicatos de exigir o participar en temas distintos al salarial”.
En el caso del sector público, la especialista estima que lo que “probablemente va a seguir generando conflictividad son las condiciones de los y las trabajadores subcontratados”.