Si bien aún no se puede predecir que ocurrirá tras el desprendimiento del monumental iceberg de hielo desde la Plataforma Larsen C en la Antártica, la comunidad científica debate respecto de los efectos que puede tener en el resto del mundo.
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Adrian Luckamn, profesor de la Universidad De Swansea y primer investigador del proyecto MIDAS, a cargo de analizar el comportamiento de la plataforma de hielo, ha manifestado que el iceberg puede mantenerse en una pieza o quebrarse en varios bloques que vayan a la deriva.
Por otra parte, ha manifestado que este nuevo iceberg no elevará inmediatamente el nivel del mar, si el estante pierde mucho más de su área, podría resultar en glaciares que fluyen de la tierra detrás de acelerar su paso hacia el océano.
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Este hielo flotante tendría un eventual impacto sobre el nivel del mar, pero sólo a un ritmo muy modesto.
Hacia donde irá
Según el análisis realizado por Antartic Report el A68, nombre que recibe el bloque de hielo, actualmente se encuentra en el Mar de Weddell, pero podría producirse un avance hacia el norte.
Where will Iceberg A68 drift? currently floating in depths of 350m-500m Weddell Sea; drifting into Sth Atlantic could create shipping hazard pic.twitter.com/1LtpNVgPUQ
— The Antarctic Report (@AntarcticReport) July 12, 2017
Según la experta en observaciones satelitales de la Universidad de Leeds, Ana Hogg, los movimientos de los iceberg están controlados en su mayoría por los vientos de la atmósfera y las corrientes oceánicas.
No obstante, la especialista aclaró a BBC que el movimiento también está condicionado por la simetría del lecho marino.
Es decir que si nada detiene al bloque y si no resulta desmembrado con la fractura, podría viajar por el continente antártico en el sentido contrario a las agujas del reloj -tal como se mueve la corriente costera de la zona- hasta llegar a la península antártica.
Una vez ahí, apunta la académico podría enfilar hacia el Paso de Drake, situación que podría tardar al menos un año, debido al volumen del mismo.