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Cuatro personas han sido detenidas en relación con el espectacular robo de la mayor moneda de oro del mundo, de cien kilos de peso y un valor nominal de un millón de dólares, sustraída del Museo Bode hace tres meses y medio, informó la policía de Berlín.
Además de los cuatro detenidos -entre ellos dos hombres que se sospecha llevaron a cabo el robo, además de una persona del museo que supuestamente actuó como cómplice- las investigaciones se centran en otras nueve personas de estos mismos círculos, agregó.
El responsable de la unidad de delitos contra la propiedad de la Oficina de Investigación Criminal (LKA) de Berlín, Carsten Pfohl, señaló por su parte que la moneda, cuyo valor material -oro puro- asciende a 3,7 millones de euros (4,2 millones de dólares), «probablemente ha sido vendido en partes, si no en su totalidad».
En el operativo, que comenzó a las 06:00 hora local (02:00 horas en Chile) y en el que participaron 300 agentes, la policía registró varias viviendas, principalmente en el barrio multicultural de Neukölln, además de una joyería.
Previamente, el portavoz de la policía de Berlín, Winfrid Wenzel, no había dado detalles sobre la nacionalidad o identidad de los sospechosos, ya que el operativo seguía en marcha, pero calificó las detenciones de «gran paso hacia delante» para esclarecer el robo.
En declaraciones a la cadena n-tv, subrayó que lo que estaba claro desde un principio es que «no se trata de principiantes» y se mostró convencido de que los ladrones trocearon la moneda y la fundieron poco después del robo para poder vender el metal precioso.
A principios de la semana pasada, la policía difundió imágenes de los presuntos ladrones captadas por las cámaras de seguridad de la estación de cercanías de Hackescher Markt que muestran a tres encapuchados que acceden por las escaleras al andén.
Posteriormente, los sospechosos cruzan las vías del tren, por las que a esas horas no circulan convoyes, en dirección a los parques Monbijou y James Simon, próximos a la Isla de los Museos donde se encuentra el Bode.
La sustracción se descubrió al hallarse una escalera de mano junto a las vías de ferrocarril próximas al museo y después se encontró también una carretilla que presuntamente habían utilizado los ladrones para transportar su botín.
La policía ofreció una recompensa de hasta 5.000 euros por cualquier pista que contribuyera a esclarecer el caso.
La pieza, manufacturada en 2007 por la Real Casa de la Moneda de Canadá dentro de una serie muy limitada, es de oro puro al 99,999% y cuenta en una de sus caras con el perfil de la reina Isabel II y en la otra la típica hoja de arce símbolo de Canadá.
Fue inscrita en el libro Guinness de los récords como la mayor moneda de oro del mundo, en 2008.
