Testimonios de algunos sicarios de los carteles de Jalisco Nueva Generación (Cjng) y Los Zetas dejan al descubierto una cruel e inhumana práctica en los ritos de iniciación y festividades: comen carne humana.
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El pasado 13 de julio, durante una conferencia de prensa, el fiscal general del estado de Tabasco, Fernando Valenzuela Pernas, confirmó que a dos adolescentes, capturados como parte de una célula de Cjng, se les obligaba a comer la carne de una de sus víctimas.
Los sicarios de estos carteles relataron, por separado, cómo después de cortar a sus víctimas en pedazos, en algunos casos en lugar de quemar los cuerpos o arrojarlos a fosas clandestinas, las guardaban para preparar alimentos típicos mexicanos.
El fiscal general también destacó que según los testimonios de los jóvenes, la carne correspondía a un hombre que fue encontrado en una especie de población llamada El Cedro, sin brazos ni piernas.
Los adolescentes de 16 y 17 años narraron que después de haber torturado al hombre, lo descuartizaron y guardaron en un refrigerador primero los brazos y después el resto de las extremidades.
Desde el surgimiento de Los Zetas, a principios de siglo, empezaron a correr diversas versiones sobre el consumo de carne humana por parte de los integrantes de este cartel. Incluso, uno de sus fundadores, Heriberto Lazcano, «El Lazca», era señalado por comer guisos con carne de sus víctimas.