El renunciado director de Extranjería y Migraciones, Rodrigo Sandoval, se refirió a las razones de su polémica salida del organismo gubernamental y sostuvo que el real problema es la casi nula existencia de políticas públicas en torno a la migración.
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Según Rodrigo Sandoval, «nosotros necesitamos tomar definiciones a nivel nacional sobre esto y esas definiciones de fondo los países las adoptan a través de las leyes, y por lo tanto la gran discusión que tenemos que tener no es si el director de Extranjería se va o no, si está enojado o no, si lo tomaron en cuenta o no, la discusión de fondo es que relación quiere tener Chile con la migración», reflexionó en entrevista con radio Cooperativa.
A pesar de las aclaraciones, Sandoval no quiso revelar el contenido de la carta de renuncia enviada a Michelle Bachelet. «No me voy a referir particularmente a la carta, porque esa es una carta que yo le envié a la única persona a la que pensé y sentí que debía darle alguna explicación de mi salida, que es la Presidenta», aseguró.
Lo que sí confirmó, es la existencia de la carta y ser el creador de ella. «Lo que sí voy a sostener y voy a reconocer la autoría de esa carta, me decepciona un poco que se haya filtrado. Yo no filtro cosas, es una carta que mandé por sistema, que tiene muchas fuentes para haberse filtrado», reveló Sandoval.
Al ser consultado por su relación con el Ministerio del Interior, el ex director manifestó que «no estoy dispuesto a ser utilizado por la oposición ni tampoco a ser el ‘punching ball’ del gobierno, aquí no me importa personalizar ni tener conflictos con nadie».
Sandoval dijo también que los problemas en el área migratoria, son «porque nosotros contamos con una normativa que tiene más de 40 años de antiguedad y esa normativa es absolutamente deficitaria en términos de la institucionalidad. En Chile no existe ningún ente absolutamente responsable de la migración».
Según el ex personero de gobierno, lo que le impedía avanzar en su trabajo era que «no puedo avanzar en una agenda social permitiendo que los migrantes tengan acceso a vivienda, salud, educación, mientras por el lado no entrego herramientas para que los padres, que son ejemplo de esos niños, tengan la posibilidad de trabajar».
A la hora de la crítica, Rodrigo Sandoval fue enfáctico: «El sistema chileno termina condenando a los extranjeros a convertirse en una permanente carga social y si nosotros mantenemos ese modelo, lo que va a terminar siendo es que en un corto tiempo va a ser una profecía autocumplida esto de que los migrantes son una carga para el Estado», aseveró.
Finalmente, destacó: «Hay 500 mil extranjeros en Chile, yo puedo asegurar que hay al menos 700 mil y hasta 800 mil».