El abogado hispano-brasileño Rodrigo Tacla, quien trabajó en Odebrecht hasta el 2016, específicamente en el Departamento de Operaciones Estructuradas de la empresa (la oficina de las coimas), aseguró al diario El País de España que la compañía sobornó a más de mil personas en el mundo.
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«La constructora sobornó a más de 1.000 personas en el mundo. A través de la firma, cobraron desde gerentes de empresas públicas a jefes de Estado. Solo en Brasil hay 500 personas afectadas. Y existen políticos y altos funcionarios brasileños cuyos nombres todavía no han trascendido”, afirmó Tacla en la que fue su primera entrevista.
El abogado, trabajó cinco años para Odebrecht, ha sido acusado de soborno, blanqueo y pertenencia a organización criminal, cargos de los que se declara inocente. Se encuentra en libertad provisional en Madrid, donde será juzgado.
Tacla detalló al medio español cómo funcionaba el sistema de sobornos y reveló que el primer contacto con los presidentes se establecía en las campañas electorales.
“Odebrecht corría con los gastos del marketing político de los candidatos. Tenía un acuerdo con el publicista João Santana. La constructora sugería después las obras que se incluían en los planes de gobierno” y el político les devolvía el favor cuando llegaba al poder.
Si bien la empresa reconoció que desde el 2001 repartió sobornos en 12 países, Tacla sostiene que son más. Dijo, por ejemplo, que le pagaron 3 millones de euros en enero del 2016 al primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne. Ahí, Odebrecht adquirió el Meinl Bank que fue usado para blanquear los fondos de los sobornos.
De hecho, afirmó que Odebrecht manejaba más de un centenar de empresas en paraísos fiscales.
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Además, aseguró que la constructora pagaba cerca de 260 millones de euros al año en coimas y que muchos de los sobornos se pagaron en especie. Odebrecht también organizaba fiestas e incluso se hizo cargo de las esposas y ex esposas de los políticos y de sus relaciones extraconyugales, a quienes les daba regalos.
Dijo «no tener detalles de la situación» en Perú, Colombia, Venezuela y Guatemala.
“Odebrecht intentó en el 2014 regalarle un avión al ex presidente de Panamá Ricardo Martinelli. El político lo rechazó. La constructora quería quedar bien con Martinelli y con el candidato de su partido (el oficialista Cambio Democrático) que concurría a las elecciones generales del 2014, José Domingo Arias, Mimito”, contó.
Sobre las fiestas, el abogado narró cómo la compañía “enviaba mujeres desde Brasil a celebraciones con políticos en Panamá y República Dominicana. Era la forma de la constructora de expresar su agradecimiento. Aunque luego eso también se convertía en un chantaje”, pues se hacían fotos de los eventos que luego se guardaban.
Tacla dice ser víctima de amenazas. “Mi testimonio puede afectar a muchas personas poderosas en el mundo”, afirmó.