El Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (Ispab) dio a conocer los resultados de la octava «Encuesta Nacional de Salud 2017», realizada de manera presencial a 1.203 personas en Santiago, Valparaíso y Concepción, y cuyo trabajo de campo fue efectuado por la empresa GFK Adimark durante mayo y junio.
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La encuesta arrojó datos que reflejaron el descontento de la ciudadanía, especialmente en lo que se refiere al acceso al sistema de salud. Un 61,3% de los encuestados consideró que el sistema de salud es muy demoroso – calificándolo con nota inferior a 4- en lo que se refiere a la obtención de hora en su consultorio o centro médico, mientras que el 63,1% reprobó el acceso a urgencias en el Sapu y un 70,8% al servicio de urgencia de su hospital.
Estas cifras se vuelven más críticas si se consideran aspectos como poder operarse, donde un 73,3% calificó con nota inferior a 4 y un 73,2% dijo serle dificultoso acceder a hora médicas de especialistas en su hospital.
«Estos datos reflejan que el sistema de salud y las autoridades del sector y del país, aún no se dan cuenta que, pese a que ha aumentado un 9% en promedio el gasto al año, por mucho tiempo, aún hay descontento de la población y hay cerca de dos millones de personas esperando por atención. No se quiere asumir que el sistema de salud, tal como funciona hoy, no es capaz de resolver los problemas y necesita una reforma profunda que enfatice no sólo en los problemas del modelo de financiamiento, si no que se deben introducir nuevos modelos de atención en salud y nuevos modelos de gestión en los hospitales y servicios de salud», reflexionó Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Unab.
Por su parte, el académico del Instituto de Salud Pública de la mencionada casa de estudios, Dr. Manuel Inostroza, destacó que este año en especial, se han deteriorado los indicadores de experiencia respecto del año anterior, en las mujeres, y adultos mayores en 8 puntos porcentuales y de seis puntos en el caso de los adultos entre 40 y 60 años. «Esto hace necesario reformular ciertas políticas de acceso y cobertura de salud para estos grupos poblacionales, respecto a patologías como cánceres en el caso de las mujeres y adultos, así como de enfermedades crónicas y sus cuadros de descompensación aguda en el caso de los adultos mayores», sostuvo el docente.
En general, el sistema de salud chileno fue reprobado. Un 64% de los encuestados puso una nota de 1 a 4. De éstos, la percepción del sistema de salud de los chilenos entre los afiliados a Isapre, subió de 3,2 en el 2016 a 4,1. En tanto, quienes están en Fonasa sólo suben dos décimas, de un 3,6 del año pasado a un 3,8. Así, el promedio general del sistema de salud sube de 3,5 del 2016 a 3,9 el 2017, sin embargo, al ver la prospección se observa que sólo logra subir una décima en los últimos 7 años.
«Pese a los programas de especialistas, anuncios de construcción de hospitales, lo que el Gobierno aún no ha resuelto es el acceso a la salud», advierte el director del ISP de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez.
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Desde el 2010, se aprecia una tendencia a la pérdida de valor en la atención que otorga el personal de salud, tanto médicos como enfermeras y administrativos y al costo que se percibe más elevado. Este año, el promedio de evaluación de médicos fue de 5,2 (usuarios de Fonasa calificaron con nota 5,1 mientras los de Isapre 5,9). Por su parte, el promedio de evaluación de la percepción de experiencia con enfermeras y auxiliares también fue de un 5,2; y el personal administrativo fue evaluado con un 5,0.
Respecto a la última atención, es relativamente mejor evaluado lo relacionado con la atención del personal médico, donde un 50,1% puso nota sobre 4. Mientras que el tema crítico se concentró en el tiempo de espera para recibir la atención, ítem donde un 43% calificó con nota roja. «El equipo de salud trata de hacer bien su trabajo, pero en un entorno adverso con modelos de atención equivocados para dar una buena atención a la tercera edad y a los enfermos crónicos que generan una mayor demanda en forma creciente», advierte Sánchez.
Financiamiento de Salud
Respecto al desembolso en salud incluyendo medicamentos, un 42,8% considera que ha aumentado el gasto, asegurando que en un año éste aumentará en un 49,3%. Esta cifra es menos pesimista que la reflejada en el 2016 donde un 57,2 % de los encuestados respondió que el gasto personal aumentaría.
En cuanto a otro ítem del aspecto financiero, el 74,8% considera que la población chilena en general no se encuentra protegida financieramente. Mientras que un 54,6% advierte sentirse desprotegido financieramente con su actual plan de salud, especialmente las mujeres, quienes mostraron diferencias significativas con el año pasado.
Un 56,8% de los encuestados considera que la población está preocupada de sufrir una enfermedad catastrófica que no esté considerada en el AUGE, porcentaje que dobla a quienes no se sienten preocupados por el tema. Sin embargo, la cifra baja en comparación con 2016, donde un 63% dijo estar muy preocupado.