- Gerente general de Ruvix – @stricio
En una columna escrita en diciembre del año pasado hablamos en este mismo espacio que el cobre había cambiado de tendencia, dejando atrás los precios de US$2 la libra, para estabilizarse sobre los US$2,40 a US$2,60 la libra. Habiendo pasado más de 8 meses, podemos reafirmar nuestro optimismo y esperar niveles incluso superiores, donde podríamos ver al valor del metal rojo alcanzar los US$3 la libra y estabilizarse sobre los US$2,8 la libra.
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Esta semana el precio del cobre subió en torno a un 5%, alcanzando niveles máximos de los últimos 26 meses. Este significativo repunte es una muy buena noticia para Chile, en principio para generar mayores ingresos fiscales, pero mucho más importante, para reactivar la frenada inversión minera, lo que deriva muchos beneficios posteriores para el crecimiento económico.
Algunos de los aspectos favorables que incidieron en el alza del metal rojo esta semana son, en orden de prioridad, las favorables cifras de actividad conocidas recientemente en China, la prolongada caída del dólar a nivel global (este año la divisa estadounidense frente a una canasta de monedas cae un -9%) y el veto a la importación de chatarra de cobre que impondría el gobierno de China, el que sin duda disminuiría la oferta, impulsando al precio del metal rojo.
Por otra parte, este año la oferta se ha visto seriamente afectada por huelgas de grandes empresas mineras como Escondida en Chile y Grasberg en Indonesia. Esta menor producción, particularmente en Chile, no ha mostrado señales de recuperación, considerando las cifras de junio, en donde se observó una contracción del 6,1% respecto al mismo mes del año pasado.
Una mezcla perfecta entre menor oferta y mayor demanda a raíz del repunte en el crecimiento mundial y particularmente de China, explica y confirma el impulso actual del precio del cobre. Nuestra visión seguiría siendo optimista, en donde esperamos que el metal rojo alcance precios en torno a US$3 la libra.
Esperemos que en esta oportunidad, los mayores ingresos fiscales sean bien aprovechados y no volvamos a despilfarrar la generación de mayores recursos provenientes de la minería. Recordemos que en los años del boom del precio del cobre, una gran fuente de financiamiento para el gasto fiscal fue precisamente desde la minera estatal, a costa de un mayor endeudamiento. En ese sentido, cuidemos “la gallina de los huevos de oro”, capitalizando a Codelco, para que pueda mantener su liderazgo a nivel mundial.