Corea del Norte declaró este domingo que su último lanzamiento de un misil fue una «seria advertencia» a Estados Unidos y su voluntad de imponer nuevas sanciones a Pyongyang, y afirmó que responderá en caso de provocaciones militares de Washington.
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Corea del Norte llevó a cabo el viernes su segundo ensayo de misil balístico interconinental (MBIC) en menos de un mes.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, afirmó que «todo el territorio continental de Estados Unidos» está ya a su alcance.
La «prueba del misil MBIC está destinada en esta ocasión a lanzar una seria advertencia a Estados Unidos, que multiplica sus comentarios insensatos, agita frenéticamente sanciones y una campaña destinada a presionar a la RDCP», la República Popular Democrática de Corea, declaró el ministerio de Exteriores de Pyongyang en un comunicado publicado por la agencia norcoreana KCNA.
Según los expertos, el ensayo del viernes fue claramente mas poderoso que el primero de este tipo, realizado el 4 de julio. Consideran que los misiles norcoreanos ya pueden alcanzar en teoría la costa este de Estados Unidos, lo que incluye a Nueva York.
El Senado estadounidense adoptó el viernes nuevas sanciones contra Pyongyang.
En el comunicado, el ministerio de Exteriores insta a Estados Unidos «a poner fin a este sueño estúpido de hacer daño a la RPDC». «Si los yanquis […] se atreven de nuevo a esgrimir la amenaza nuclear sobre esta tierra […] la RDPC les enseñará maneras haciendo uso de la fuerza estratégica militar», amenaza.