No todos los superhéroes usan capa y eso fue lo que demostró Guillermo Jiménez, un ariqueño común y corriente, de pantalón y polera, que rescató a un inocente perrito que había sido enterrado vivo, amarrado y adentro de un saco, todo producto de seres que al parecer no tienen corazón.
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Según informa La Estrella de Arica, el hecho ocurrió durante la jornada de este domingo, cuando este hombre fue al basural municipal de Arica a deshacerse de algunos escombros, producto de un arreglo que estaba haciendo en su casa.
Al llegar al lugar, el hombre sintió un ruido, que aparentemente era de un perrito lanzando sus últimos ladridos, que aún peleaba por quedarse en este mundo.
“Sentí un ruido como de una paloma primero y después me acerqué más y escuché los gemidos de un perrito”, declaró Jiménez.
“Le dije a mi yerno ‘hay un perro entrerrado’ y empezamos a sacar las cosas de arriba, porque el animal estaba abajo”, agrega el héroe.
Asegura que el animal estaba amarrado con un cordel verde -una pitilla- adentro de un saco de feria, con muy pocos signos vitales.
“Desaté el nudo y había un perro grande que tenía una correa en su cuello. Lo sacamos, pero no se podía mover ya que en su parte trasera tenía una gran cantidad de basura”, relata el hombre al recordar tan desagradable escena.
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Futuro incierto
Tras rescatarlo, optó por entregárselo a personas que trabajan en el vertedero porque aseguró que él en su casa ya tiene varios perros. El personal se encargó del can, al cual le dieron agua y comida. Aún así, al animal le costaba caminar.
“Fue terrible encontrar este perrito en estas condiciones la gente no tiene escrúpulos”, declaró y agregó que hoy irá a visitar el vertedero, para saber cómo está su rescatado. Los autores de tan macabra acción no han sido identificados.
