Este martes entró en vigor la ley de «gestación por sustitución» en Portugal, un decreto al que solo podrán acceder las parejas donde la mujer tenga problemas de fertilidad comprobados clínicamente, ya sea que haya nacido sin útero o con una lesión que le impida concebir.
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El proyecto que fue aprobado hace un año en el Parlamento establece que el procedimiento debe ser realizado en un Centro de Reproducción Asistida de tipo público o privado. De igual manera este debe comprobar la condición de la madre genética y el estado psicológico de la mujer gestante.
En el proceso se exigirá la realización de un contrato que debe ser revisado por el Consejo Nacional de Fecundación Asistida (CNPMA, por sus siglas en portugués), el que tendrá 60 días para rechazar u aprobar la gestación por sustitución.
(Relación entre el niño y la mujer gestante se limitará) al mínimo indispensable, por los potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación comporta»
La relación entre el niño y la mujer gestante se limitará «al mínimo indispensable, por los potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación comporta» esta última no podrá recibir ningún tipo de pago por el proceso, solo se le compensarán los gastos médicos» de acuerdo a la ley.
La «gestante de sustitución», nombre técnico otorgado por la ley portuguesa, tiene que cumplir las directrices médicas del ginecólogo que sigue el embarazo y realizar los exámenes y actividades terapéuticas considerados indispensables.
La norma habla solo de parejas y exige que la condición de infertilidad afecte a la mujer, por lo que excluye a hombres y mujeres solteros al igual que a parejas de hombres.