Antes de comprar un perro, un gato o un tierno pajarito que le haga compañía, los habitantes de la localidad italiana de Impruneta en la provincia de Florencia van a tener que pensarlo muy bien, ya que el ayuntamiento aprobó una “censura” contra las mascotas.
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Según indica el Corriere Fiorentino, con el fin de preservar la “paz pública” una nueva reglamentación multará con hasta 900 euros (casi $700 mil) a los dueños de los perros que ladren, los pajaritos que canten y los gatos que maúllen.
“Los dueños de perros que dejen que sus mascotas ladren o aúllen serán multados con un mínimo de 25 euros y un máximo de 900 por alteración del orden público”, dice parte de la nueva reglamentación.
Como si esto fuera poco, la ordenanza también sancionará a quienes “den de comer a palomas, gansos y patos que viven en las zonas comunes y a lo largo de los cursos de agua”.
La medida fue justificada por el alcalde alcalde Alessio Calamandrei, asegurando que “he oído un perro ladrando durante 12 horas consecutivas o un loro que canta desde la mañana hasta la noche. Es una falta de respeto por aquellos que no tienen animales”.