«Bimbo» es un sicario que recibió el siguiente trabajo: debía asesinar a un reciclador en Bogotá, la capital colombiana.
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Pero algo falló. Justo en el momento que iba a percutar, si arma no funcionó por lo que decidió arrancar del lugar. Sin embargo, al huir vio que venía una pareja ingresando a su vivienda en momentos que él salía de la casa del hombre que debía matar.
Ante esto, pensó que no debía dejar testigos y ahí sí que funcionó la pistola, asesinando al hombre y dejando desconsolada a la mujer, quien quedó llorando abrazando a su novio.
La pareja de la víctima, el cual fue identificado como el paramédico Ángel Giovany Aparicio, fue a la policía a denunciar el crimen, pero allá no le creyeron pues argumentaban que seguramente había sido acribillado en un tiroteo.
Ante esta situación, la mujer no se echó a morir, sino que comenzó a investigar para dar con el nombre del asesino y lograr ejecutar su venganza perfecta. Lo encontró en Facebook y empezó a dialogar con él. Las conversaciones partieron de manera simple para ganarse la confianza del hombre y luego varió a un ámbito más sexual.
Ella le enviaba imágenes con ropa interior y sexys. Eso sí, nunca dejó al descubierto su rostro. Con esto logró que el sujeto bajara su guardia y se sincerara con ella, relatándole los crímenes que había cometido, tanto en forma escrita como con mensajes de audio. Hasta que él confesó ser el autor del asesinato de Aparicio.
Gracias a esto, logró darle pistar a los policías quienes no solamente detuvieron al sujeto, sino que pudieran desbaratar a «Los cápsulas», una peligrosa banda que tenía al hombre entre sus filas. Quince personas fueron arrestadas por delitos relacionados al mundo narco y a los ajusticiamientos de personas.
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