El Índice del Precio al Consumidor (IPC) de julio fue levemente mayor al esperado (0,2%) y en lo que va del año acumula apenas un 1,4%.
“Lo esperado por el Banco Central, y en parte importante por el mercado, es que la inflación suba en los meses venideros (para compensar la inesperada caída de junio, de 0,4%) y así converger en un 3% anual”, que es la meta del ente emisor, explica Javier Irarrázaval, académico Facultad de Economía y Negocios U. San Sebastián.
Eso sí, las expectativas del mercado dicen que la inflación cerrará este año en 2,7%. Con esto, “podríamos inferir que los precios de los arriendos, por ejemplo, no deberían experimentar un alza superior a este porcentaje, y que a su vez, no existe una pérdida de poder adquisitivo muy grande”, agrega Luis Edwin Gonzales, economista de Clapes UC.
En cuanto a los productos que mayores alzas presentaron en estos siete meses, la lechuga y las verduras de estación lideraron el listado con 16,3% y 13,1%, respectivamente.
De todas formas “esto ya a fines de agosto se regulariza, ya que una lechuga que se demora 45 días en invierno en desarrollarse, con el calor demora 30 días. Para el 18 vamos a tener una lechuga relativamente barata”, señaló el vicepresidente nacional de la Confederación de Ferias Libres (Asof), Froilán Flores.
El comerciante adelantó que los tomates subirán su precio, ya que son meses con “menos producción en la zona central y hay cierta manipulación de los precios” para Fiestas Patrias.
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¿Influirá en la cifra final las elecciones presidenciales de este año?
«De momento, el factor de las elecciones no ha estado presente en la inflación ya que se podría llegar a pensar que las expectativas de un nuevo gobierno generarían una caída en el dólar y en consecuencia una menor inflación. Pero si nos fijamos en el comportamiento del billete verde en relación a sus pares de la región, vemos que aún no está este efecto tan incorporado como para establecer una influencia real», explica Samuel Levy, jefe departamento de Estudios de Capitaria.