La oposición venezolana decidió participar en elecciones de gobernadores, pese a que cuenta con un árbitro al que acusa de articular un fraude a favor de la Constituyente del presidente Nicolás Maduro. De esta manera, este conglomerado tomará una estrategia distinta a lo ocurrido durante la última semana, cuando se restaron del proceso que cambiará la Carta Magna dejada por Hugo Chávez.
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“Hemos acordado por consenso preinscribir candidatos para las elecciones regionales», señaló este miércoles en un comunicado la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pese a que también indicaron que varios dirigentes han sido inhabilitados para postularse.
La alianza explicó que su decisión busca presionar a Maduro y al Poder Electoral para que cumplan su palabra sobre realizar los comicios el próximo 10 de diciembre. Si no lo hacen, «que paguen el costo», señaló el dirigente opositor Andrés Velásquez, en rueda de prensa.
El plazo de inscripción para la contienda por 23 gobernaciones y las asambleas regionales vence este miércoles.
El anuncio coincidió con las sanciones del Departamento del Tesoro que este miércoles afectó al hermano mayor del fallecido líder Hugo Chávez y a otros siete políticos por su vinculación con la Asamblea Constituyente, que rige desde el viernes con poderes absolutos y enfrenta un amplio rechazo internacional.
Y esta visión unifica a la oposición, la MUD confirma que no fue fácil. Ello, pues el bloque reúne a una treintena de partidos con distintas tendencias que se agruparon en 2008 para enfrentar al chavismo.
«Es una forma de lucha y no asumirla es la mejor manera de convalidar y fortalecer la dictadura», se justificó, advirtiendo que las protestas para exigir elecciones generales continuarán.