Hace unos días la Ministra de Salud, Carmen Castillo anunció el lanzamiento de una nueva licitación para el diseño y construcción del Nuevo Hospital Sótero del Río. El nuevo contrato tiene un presupuesto oficial de 524 millones de dólares.
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Conversamos con la diputada Karol Cariola, quien es la presidenta de la Comisión Salud de la Cámara Baja sobre el tema, luego de que el parlamentario RN, Leopoldo Pérez, señalara que el atraso de la licitación fuera por «motivos ideológicos». Sumado a lo anterior, el parlamentario había señalado que «ahora costará más de 500 millones de dólares, versus los 350 US$ del proyecto original”, recordando una licitación realizada durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
Sobre esta acusación, la diputada Karol Cariola señaló a Publimetro que «hay que ser responsables al hablar de este tema. No se puede comprar el costo de un proyecto en el 2014 a uno en el 2017, ya que existen variaciones económicas ineludibles». «También hay que entender que no es lo mismo concesión que licitación. Eso es como comparar peras con manzanas», añadió.
Hablar del costo total
Para la parlamentaria, la acusación de Pérez sería errada, ya que no se estaría considerando el costo total del proyecto. «Si se mide sólo el costo del proyecto por metro cuadrado, la concesión puede resultar un poco más barata», señaló a Publimetro la presidenta de la Comisión Salud de la Cámara de Diputados. Sin embargo, la parlamentaria aclara que «esto además implica que el hospital no es del Estado por 20 o 25 años».
«El Estado durante esos años debería pagarle al privado el hospital en cuotas, las que incluyen intereses. Esos intereses también deberían ser considerados por el diputado en los cálculos», señaló Karol Cariola, aludiendo a los comentarios del Leopoldo Pérez. «Con la licitación directa significa que el 2015, el hospital va a ser de todos los chilenos», explicó.
Las otras ganancias del sector privado
Continuando con la suma de factores negativos de una concesión según la parlamentaria, señaló que involucraría un vínculo extenso con quien se adjudique el proyecto. «No solo se trata de construcción, sino que por contrato se encargan de la explotación del casino, el servicio de aseo, los estacionamientos y otros».
Ante la pregunta de si estos contratos finalizan cuando se paga el total de cuotas de la concesión, Cariola señaló que «habitualmente se podrían extender más allá».
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¿Concesión si o no?
Para la diputada, una concesión no es opción. «Basta con ver los ejemplos en Maipú y La Florida», comentó. Karol Cariola señaló que en el hospital de Maipú hubo un problema con el ascensor, el cual no se pudo arreglar de inmediato, pues había que esperar una autorización de la concesionaria desde España. «Al no ser del Estado, no se puede hacer nada inmediatamente», agregó. La parlamentaria señaló que una situación similar habría ocurrido con un sistema de ventilación mal hecho en el mismo centro asistencial.
«La experiencia nos ha hecho ver que el sistema de concesión no ha tenido buenos resultados. En este caso, lo barato cuesta caro», sentenció. Aunque reiteró, que considerando todos los factores anteriores, hay que sacar mejor las cuentas y analizar el costo total final del proyecto.