Con críticas a puntos específicos reaccionaron especialistas ante las modificaciones planteadas por la Presidenta para reforma el sistema previsional con la idea de subir las pensiones.
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Si bien valoran que se aumente el nivel de ahorro a través del aumento del 5%, cuestionan el cómo se distribuirá estos recursos. “El punto en conflicto y en donde probablemente no prosperará en este Gobierno es hacia donde se irá estos recursos”, asegura Sergio Tricio, gerente general de Ruvix.
El experto en finanzas personales sostiene que no corresponde que de ese porcentaje una parte vaya a un ahorro colectivo. “Considero que es injusto que una persona que gana el sueldo mínimo, de ahora en adelante tenga que pagar un impuesto del 2% de su ingreso para subvencionar pensiones de otras personas con bajas pensiones”. Añade en cambio que debido al tope imponible, una persona que gana $5.000.000, “en términos efectivos, aportará un 1,2% de su sueldo”.
En tanto, Fernando López, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, sostiene que el problema no es la solidaridad como principio, sino que el destino de estos recursos puede provocar distorsiones, como que “aumenta los incentivos de los trabajadores para subdeclarar ingresos y operar en la informalidad, deteriorando sus condiciones laborales”.
Por ello, Tricio apunta a que si se quiere aplicar solidaridad al sistema, lo correcto según él es recurrir a los impuestos generales consensuando un aumento, “que impacte progresivamente más a quienes obtienen mayores ingresos”.
Elegir quién administra
Ambos especialistas además coinciden en criticar la creación de este nuevo Consejo de Ahorro Colectivo, que se encargará de administrar el total de la cotización extra.
Tricio es enfático en señalar que la causa detrás de este nuevo organismo es “ideológico”, una manera de intentar generar más competencia “y no entregarle esos ahorros a las AFP”.
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Además asegura que esto implicará costos adicionales a los trabajadores, con “una administración más cara y menos eficiente (menor rentabilidad), lo que no tienen ningún sentido”.
En ese sentido, el académico de la Alberto Hurtado considera por el contrario, que si este nuevo ente estuviera bien diseñado, “las personas deberían tener la posibilidad de escoger quien quiere que administre sus ahorros previsionales”. Eso sí, apunta que su conformación más allá de los técnico, “lo más complejo son los aspectos políticos de su aprobación e implementación”.