El chavismo que gobierna Venezuela desde 1999 se atrincheró frente a la «temeraria amenaza» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el viernes aseguró que su Administración no descarta aplicar una operación militar ante la crisis en el país petrolero.
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El Gobierno de Nicolás Maduro tachó de «belicistas» las declaraciones de Trump, y consideró que representan una «amenaza directa contra la paz, la estabilidad, la independencia, la unidad territorial, la soberanía, y el derecho a la autodeterminación».
Aunque el jefe de Estado no hizo comentarios durante la jornada, los más poderosos representantes de la llamada revolución bolivariana salieron en defensa de él, a jurarle lealtad ante esta nueva «agresión imperial».
Tal es el caso de la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez, quien a nombre de ese cuerpo plenipotenciario solicitó el inicio inmediato de investigaciones «para determinar la responsabilidad y las sanciones (…) contra los actores políticos nacionales que han promovido la agresión militar, económica y política».
Los más de 500 representantes que integran la ANC, todos oficialistas, protagonizaron un encendido debate en el que arguyeron su repudio ante lo que consideraron «la más grave amenaza proferida contra la patria de Simón Bolívar».
La advertencia de Trump, a juicio de la ANC, «supone el mayor acto de hostilidad cometido por el imperio estadounidense en la historia de las relaciones entre ambos países y que de concretarse supondría una crisis de dimensiones históricas para toda la región latinoamericana y caribeña».
Entretanto, Nicolás Maduro Guerra, hijo del gobernante venezolano, protagonizó hoy una de las intervenciones más llamativas en la sesión de la ANC, de la que es miembro.
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«Si se diera el supuesto negado de mancillarse el suelo patrio, los fusiles llegarían a Nueva York, señor Trump, tomaríamos la Casa Blanca, (porque) hasta Vietnam se quedaría pequeño», dijo el joven, para luego asegurar que ese camino no es el que desea tomar el Gobierno de su padre.
"Fusiles llegarían a Nueva York y tomaríamos la Casa Blanca", dijo el hijo de Maduro sobre "acción militar" de EEUU https://t.co/xkpVNCFhhf pic.twitter.com/TWYBxHU7BV
— HispanoPost (@hispanopost) August 13, 2017
Además, el constituyente Diosdado Cabello, uno de los dirigentes más poderosos del oficialismo, señaló en Twitter: «Ante las desquiciadas amenazas imperiales cada quien que asuma su trinchera, en lo personal la mía será junto al Pueblo defendiendo la Patria».
Ante las desquiciadas amenazas imperiales cada quien q asuma su trinchera, en lo personal la mía será junto al Pueblo defendiendo la Patria!
— Diosdado Cabello R (@dcabellor) August 12, 2017
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, se reunió con decenas de diplomáticos que hacen vida en la nación caribeña para fijar posición al respecto, incluido el encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, Lee McClenny, a quien le ratificó su condena por las acciones de Trump.
«Conversamos con el encargado de negocios de los EE.UU., por supuesto nos dijo ‘no compartimos parte de lo que usted ha dicho’ pero yo le dije: ‘¿qué vía quieren ustedes? ¿La del diálogo? Aquí está nuestra mano. ¿Quieren otra vía? Bueno, estaremos aquí también para defender la patria y para enfrentarlos en cualquier terreno'» contó Arreaza ante periodistas.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia venezolana hizo votos para que el Gobierno de Nicolás Maduro pueda «recomponer las relaciones de respeto» no solo con Estados Unidos, sino con todos los países que en los últimos meses han criticado sus decisiones, especialmente la instalación de una plenipotenciaria Asamblea Constituyente.
En la reunión Arreaza explicó a los diplomáticos las acciones de Washington contra Caracas desde 2015 cuando decretó a Venezuela como una amenaza «inusual y extraordinaria» y, aseguró, «recibimos con mucho beneplácito la solidaridad de prácticamente todos los representantes diplomáticos y de organismos internacionales que nos acompañaron».
Por ello, consideró que es «el momento de la unidad» en la región e insistió en la necesidad de concretar una cumbre presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), una propuesta que ya hizo Maduro pero que hasta ahora no se concreta.
El canciller alertó a la comunidad internacional «sobre las grandes amenazas que se ciernen cada vez con mayor intensidad sobre ella» pues consideró que Trump «pretende arrastrar a América Latina y el Caribe a un conflicto que alteraría permanentemente la estabilidad, la paz y la seguridad de nuestra región».
Llamó a los Gobiernos y a «los pueblos libres del mundo a que expresen su más clara e inequívoca condena a este peligroso atentado contra la paz y estabilidad del continente americano».