El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentó apagar el fuego con gasolina. Ello pues aseguró que no descarta una intervención de tipo militar en Venezuela, cuestión que fue considerada como una “amenaza” por parte del presidente Nicolás Maduro y por lo mismo, pidió respaldo a varios países para analizar las palabras del líder norteamericano.
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Así, se contactó con los embajadores de España, Francia, Japón, Vietnam, Guatemala y Siria y a ellos les pidió gestionar con sus respectivos líderes una “cumbre Presidencial de puertas cerradas”.
En un acto realizado en el Palacio Presidencial de Miraflores, Maduro pidió a los embajadores de esos países que gestionen “la solicitud que he hecho de una cumbre presidencial de puertas cerradas para atender el tema de la paz en Venezuela y ahora atender el tema de la amenaza de invasión militar por parte del Gobierno del señor Donald Trump contra Venezuela”.
“La amenaza de la guerra, la amenaza de la violencia, solo se puede disipar con diálogo, con diplomacia, con política, con unión”, agregó el mandatario chavista.
Antes, en otro acto, Maduro ya había manifestado sus críticas a Trump diciéndole «que se fuera a casa» («Go home») y luego anunció un ejercicio militar por parte de las tropas venezolanas.
Por otra parte, las palabras de Estados Unidos caen muy mal en la oposición venezolana que se distancia de una “opción militar” norteamericana en Venezuela.