Los servicios secretos rusos anunciaron la detención de cuatro presuntos miembros del grupo Estado Islámico (EI) que planificaban atentados suicidas en centros comerciales y en el transporte público en Moscú.
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Los detenidos, un ruso y tres oriundos de las ex repúblicas soviéticas de Asia central, preparaban «una serie de ataques contra lugares muy frecuentados, entre ellos medios de transporte público y grandes centros comerciales de Moscú», indicó el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB).
Entre las personas detenidas en la región se encuentra el jefe de la célula, un emisario del Estado Islámico, «especialista en la fabricación de bombas y dos kamikazes», agregó el FSB.
Tres hombres oriundos de Tayikistán, Davlatior Khodjieva, Davronzod Siyovuchi y Sulaimon Burkhonov, fueron presentados ante un tribunal de Moscú el lunes por la tarde. Permanecerán arrestados dos meses, según la agencia de prensa TASS.
Fueron inculpados de varios cargos, incluyendo «acto terrorista» y «tentativa de cometer un delito». Interrogados por periodistas en el tribunal, dos de los hombres reconocieron su culpabilidad, según TASS.
Según los servicios secretos rusos, los atentados estaban dirigidos desde Siria por dos «emisarios» del grupo EI sobre los que pesa una orden de arresto internacional: «T.M. Nazarov», del que los medios tayikos hablan como Todjiddine Nazarov, y «A.M. Chirindjonov».
El 3 de abril pasado, un atentado en el metro de San Petersburgo causó la muerte de 16 de personas y decenas de heridos.
Desde el inicio de la intervención militar en Siria, el 30 de septiembre de 2015, Rusia fue amenazada de represalias por el Estado Islámico y la rama siria de Al Qaida.