El Chilesaurus, un herbívoro con la apariencia aterradora de un carnívoro, encontrado hace 13 años en Chile por un niño, podría ser «el eslabón perdido» entre dos familias de dinosaurios, según un estudio publicado este martes y que propone una revisión de la genealogía de estas criaturas.
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«El Chilesaurus contribuye realmente a llenar un intervalo evolutivo entre dos grandes grupos de dinosaurios», explicó a la AFP el coautor del estudio, Paul Barrett, académico del Museo de Historia Natural de Londres.
«Este descubrimiento nos ayuda a comprender cómo un tipo de dinosaurio se transformó en otro tipo completamente diferente», agregó.
El experto calificó al dinosaurio como uno de los «más desconcertantes y fascinantes» jamás descubiertos.
Los restos fueron encontrados en el sur de Chile en febrero de 2004 por un niño de 7 años.
Desde entonces, no faltaron los epítetos para describir el extraordinario descubrimiento, desde un «Frankenstein» al «el ornitorrinco de los dinosaurios».
El Chilesaurus diegosuarezi, recuerda al niño que descubrió los restos fosilizados en unas rocas que databan del final del periodo jurásico, hace 150 millones de años.
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Enseguida, el dinosaurio cautivó a los expertos, ya que «parecía estar formado a partir de varios animales diferentes», contó entusiasmado Paul Barrett.
Un ejemplo es su cabeza típica de un carnívoro, pero con una dentadura de piezas planas indispensables para triturar los vegetales.
En un estudio anterior publicado en 2015, los investigadores habían colocado al animal en la familia de los terópodos, por su apariencia, una clasificación que incluye al Tyrannosaurus y el Velociraptor.
Pero después de haber estudiado más de 450 características anatómicas de dinosaurios primitivos, Paul Barrett y su colega Matthew Baron de la Universidad de Cambridge plantearon que el animal pertenece al tipo de los ornitisquios.
Los científicos sostuvieron en su estudio, publicado en la revista británica Proceedings of the Royal Society B, que el Chilesaurus pertenece a los ornitisquios, categoría que incluye al Triceratops y el Stegosaurus.
«El Chilesaurus parecía en un principio como un primer descendiente de la línea de los terópodos, pero parecía sospechoso que tuviera todas estas adaptaciones para comer hierbas», explicó Barrett a la AFP.
Los investigadores también piensan que se le puede atribuir el título de «eslabón perdido» entre los dinosaurios herbívoros y los terópodos.
«Estos dos grupos compartieron una ascendencia común que data de 220 a 225 millones de años», explicó Paul Barrett. «Este ancestro común dio origen a dos grupos: los terópodos comedores de carne y los ornitisquios vegetarianos».
Según el estudio el Chilesaurus podría ser una transición.
«El Chilesaurus muestra cómo un animal que parece una especie carnívora de dos patas se puede transformar en una cosa que empieza a convertirse en un comedor de plantas», indicó Paul Barrett.
Este estudio se suma a una investigación publicada en marzo que cuestiona la clasificación de los dinosaurios.
Desde hace 100 años, los científicos dividen a los dinosaurios en dos grandes grupos: los Saurisquios (que incluyen a los terópodos) y los ornitisquios.
Los dos investigadores habían cuestionado esta clasificación afirmando que los terópodos y los ornitisquios pertenecían al mismo grupo.
«El Chilesaurus nos reafirma en esta idea de que esta reordenación es correcta, ya que posee características de ambos grupos», destacó el investigador.