Ayer fue feriado, pero nadie del Frente Amplio pudo descansar. En la madrugada, la mesa directiva del bloque vetó a Alberto Mayol como candidato a la Cámara Baja por el distrito 10 de Santiago, aduciendo que “no reúne condiciones” para ese puesto. ¿El motivo? Un supuesto “hostigamiento” a Natalia Castillo, para que abandonara la carrera al parlamento por esa zona para entregarle un cupo a él.
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A través de un comunicado, se señaló que esto se habría hecho en forma privada y “cruzando límites éticos”, cuestión que lapidó toda aspiración parlamentaria del sociólogo.
El audio de la discordia
Todo se gesta en algunas conversaciones que tuvo Mayol con Castillo. En ellas, según el diputado Giorgio Jackson, el sociólogo había insistido en que la candidata abandonara su carrera para cederle el cupo, al menos tres veces. Ante las reiteradas negativas, habría enviado un audio con palabras de grueso calibre en busca de esa plaza.
«Ese fue el momento en que Alberto comienza a esconderse en la mentira”, dijo.
No obstante, todas estas palabras fueron desmentidas por Mayol en la noche. A las 21:00, en un punto de prensa contó que nunca tuvo intenciones de «bajar» a Castillo. Así, expresó que la candidata «mintió sin sanción alguna” y se cuestionó por qué nunca hubo una especie de plebiscito para incluirlo a él.
«Se dijo que era una agresión verbal, se dijo que era violencia de género (…), pero nunca la entendí», dijo.
Por otra parte, comparó el hecho de la filtración de su audio con el «kiotazo» de Sebastián Piñera a principios de la década de los ’90, cuando se conoció una conversación telefónica donde él insultaba con palabras de grueso calibre a Evelyn Matthei.
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«El uso de acusaciones privadas para fines políticos no se vía desde la Radio Kioto», precisó.
«Supuestamente yo había traspasado una línea, la ética, dijeron. ¿Cuál?, pregunté. No supieron responder», agregó después, denunciando así una irregularidad en el proceso. De hecho, aseguró que no tuvo «derecho a defensa» y que se enteró de todo cuando lo llamaron periodistas para preguntarle por el caso.
También recalcó que su veto no fue votado de forma unánime por su colectividad y aclaró que el partido Ecologista Verde expresamente se negó a firmar el documento.
Finalizó dijo que mantendrá su militancia pese a que «mi dolor es enorme». Expresó también sus esperanzas que la colectividad logre salir al paso de la primera gran crisis que vive el Frente Amplio.