Charnesia Corley nunca imaginó el calvario que iba a vivir por pasarse una señal de pare en Houston, Texas, en junio de 2015 y que la sigue atormentando hasta hoy.
PUBLICIDAD
Un par de policías, un hombre y una mujer, que realizaba controles de tránsito, vio la infracción de la joven de 23 años y la obligó a detenerse para realizar un control de rutina.
Ahí comenzaron los 15 peores minutos de su vida, ya que tras ser sacada del vehículo, y luego de que los oficiales sintieran olor a marihuana en el auto, la desnudaron de la cintura hacia abajo, la tiraron al suelo y durante 11 minutos la oficial buscó en su entrepierna la supuesta droga que portaba la mujer.
«Le colocaron los tobillos detrás de las orejas y comenzaron a buscar algo en la cavidad vaginal», dijo su abogado Sam Cammack.
Según indica el New York Daily News, los policías acusaron a la joven de posesión de marihuana, pero finalmente levantaron los cargos.
El caso volvió a tomar notoriedad en EEUU luego de que la fiscal del caso desestimara los cargos contra los policías que habían sido denunciados por abuso sexual por Charnesia Corley, ya que según la magistrado «eso no constituye un delito”.
Ahora, la joven presentará otra demanda, ya que considera que fueron violados sus derechos civiles y se cree que esta podrá pasar a juicio en enero de 2018.
«Se supone que tienen que mantenerte a salvo, no violarte, así es como me siento, siento que fui violada”, reconoció Charnesia en declaraciones a KPRC tras el dictamen que absolvió a los policías.