Es uno de los momentos más importantes -y quizás más estresantes- al momento de buscar empleo. Las entrevistas de trabajo son como el último filtro que hay que pasar antes de ganarse el puesto para el cual se postula.
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Por ello, es importante no cometer errores y torpezas que puedan terminar perjudicando. Sin embargo, a veces las personas transgreden los límites y, pese a tener la experiencia para un cargo, son descartadas y pierden la opción.
“Es lamentable que, por su comportamiento, postulantes con las competencias y la experiencia apropiada para un puesto de trabajo sean desechados en los procesos de selección de personal”, explica Claudia Valdés, psicóloga laboral y coordinadora del área Reclutamiento y Selección de GrupoExpro.
En esa línea, recalca que “como reclutadores, no podemos proponer a una empresa un candidato que no sepa adaptarse a un contexto de entrevista laboral, pues esto proyecta que probablemente no adecuará su comportamiento a un ambiente de trabajo”.
La especialista entrega cuatro errores garrafales que hay que evitar a toda costa:
- Invitación a salir
Entre los errores que pueden costar el descarte para un cargo, la experta destaca que algunos postulantes a un empleo muestran su personalidad advirtiendo a la psicóloga laboral “qué guapa es usted. ¿Tiene algo que hacer después del trabajo?”. “Si un candidato afirma esto a un seleccionador que recién conoce, es predecible que tendrá un comportamiento poco profesional en su puesto de trabajo, donde mezcle su vida personal y laboral”, asegura Valdés.
- Los gestos
Otra falla está en la gestualidad, pues los candidatos son observados incluso en la sala de espera. Algunos escuchan música con audífonos mientras aguardan su turno. “Esto muestra estar poco enfocado en la entrevista y escaso interés en el resultado de obtener el puesto de trabajo”, acota.
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También se ha visto a postulantes sentados con las piernas cruzadas sobre la silla en la sala de espera, como en meditación. “Los candidatos alternativos tal vez sean apropiados para un puesto donde se pida creatividad, pero la mayoría de las compañías son más formales”, advierte la especialista.
- Informalidad al hablar
La informalidad al hablar es otro error cometido en entrevistas laborales. A veces las personas se relajan demasiado con el entrevistador, usando términos como “cachai” y “pega”. Aunque hablar de dinero para muchos es incómodo, más de alguno ha preguntado por “lucas” para consultar cuánto es el sueldo que se ofrece.
“Cuando se postula a un cargo, es bueno ser recordado por características positivas como puntualidad, cordialidad y competencias apropiadas. No como un candidato que no sabe ubicarse en el contexto de una entrevista laboral y un ambiente de trabajo”, aconseja la psicóloga laboral.
- Mal vestido
Otro ítem es la apariencia. A entrevistas laborales llegan postulantes con gorra, short o jeans, y mujeres con el cabello desordenado y exceso de maquillaje.
No se espera que quien postula a un cargo de operario de máquina asista con terno a una entrevista laboral porque no trabajará de esta manera, pero sí bien presentado con camisa y pantalón. Si un hombre postula a un cargo de vendedor, ejecutivo o gerente, puede ir a la entrevista laboral con traje y corbata, y en el caso de las mujeres, con traje de dos piezas o un vestido formal.
“Es decir, a la entrevista laboral hay que ir vestido como irías a trabajar”, explica.