La búsqueda de Younes Abouyaaqoub, presunto conductor de la camioneta que mató a 13 personas el jueves en las Ramblas de Barcelona, se extendió este lunes a toda Europa, tras un aviso transmitido por el gobierno regional catalán.
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El conductor de la camioneta blanca fue identificado por la policía catalana, los Mossos d’Esquadra, y el responsable regional de Interior, Joaquim Forn, afirmó en Catalunya Radio que «todo apunta» a Abouyaaqoub, un joven marroquí de 22 años.
Forn descartó que Abouyaaqoub figure entre los sospechosos muertos en Alcanar, localidad 200 km al sur de Barcelona donde preparaban explosivos, que al estallar el miércoles les dejaron sin bombas para cometer los atentados que, según la policía, habían planificado.
«Si es la persona que causó el atropello, no puede estar muerto», ahondó el ministro regional, advirtiendo que será difícil identificar los restos de Alcanar, donde fallecieron al menos dos sospechosos y otro resultó herido.
Forn anunció que la búsqueda de Abouyaaqoub se extenderá a Europa: «tenemos que hablar con las policías europeas para dar a conocer la identidad, porque esta persona no estaría sólo en busqueda en Cataluña sino que estaría en búsqueda en todos los países europeos».
El conductor de la furgoneta descendió por la popular y concurrida avenida de Las Ramblas a toda velocidad y haciendo eses, recorriendo unos 500 metros, se bajó luego del vehículo, escapó a pie y se mantiene huido.
Se extiende su búsqueda a Europa
Según imágenes difundidas este lunes por el diario El País, Abouyaaqoub se escapó cruzando el popular mercado de La Boquería, parapetado simplemente tras unas gafas de sol. De ahí atravesó gran parte de Barcelona a pie, hasta la salida sur de la ciudad.
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Las autoridades investigan si fue él quien, en ese punto, secuestró un Ford Focus que luego apareció abandonado tras saltarse un control policial, y con su propietario, Pau Pérez, muerto a cuchilladas en el interior.
Abouyaaqoub vivía en Ripoll, 100 km al norte de Barcelona, una localidad próxima a los Pirineos de donde procedían la mayoría de los sospechosos y donde la madrugada del lunes se produjeron nuevos registros.
El gobierno catalán debía dar una conferencia de prensa a las 13H00 (11H00 GMT) para facilitar los últimos detalles de la investigación, mientras prosigue la búsqueda del último de los 12 miembros de la célula que atentó en Barcelona y Cambrils.
En esta última localidad costera, a 120 km al sur de Barcelona, mataron a una persona más, elevando a 14 el balance total de ambos atentados.
Del resto de sospechosos, cinco fueron abatidos por la policía en el atentado de Cambrils, cuatro están detenidos, y dos se cree que murieron en la explosión de la casa de Alcanar.
Una de las figuras clave de la investigación es el imán de Ripoll, el marroquí Abdelbaki Es Satty, que habría adoctrinado a la célula y que según la policía podría haber muerto en Alcanar.
El imán residió en Machelen, en la periferia de Bruselas, «entre enero y marzo de 2016», según el alcalde de la localidad vecina de Vilvorde, Hans Bonte.
Igualmente habría tenido contactos en prisión, de donde salió en enero de 2012, con un hombre acusado de terrorismo, indicó la policía catalana sin más detalles.
Llamamiento a la unidad entre Barcelona y Madrid
Entre tanto, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, hizo un llamamiento a la unidad, en un contexto de división entre Madrid y Barcelona por las ansias separatistas del ejecutivo catalán, que quiere organizar un referendo sobre la independencia el 1 de octubre.
«Si queremos ser verdaderamente eficaces contra el terrorismo, debemos estar unidos no sólo en el dolor sino, como hemos hecho estos días, también en la respuesta», escribió Rajoy en una tribuna publicada en varios diarios españoles.
«Por ello estoy convencido de que las distintas instituciones y fuerzas políticas seguiremos estando a la altura de la responsabilidad a la que estamos obligados», añadió.
El mandatario conservador español lanzó este mensaje poco antes de que se reuniese en Madrid el Pacto Antiterrorista, foro que reúne a la mayoría de partidos políticos del país.
Doce de los 14 muertos fueron formalmente identificados y siguen hospitalizadas 46 personas, de las cuales 10 están en situación crítica y 13 graves, según las últimas informaciones del gobierno catalán.
