La periodista sueca Kim Wall, desaparecida hace diez días en el mar Báltico cuando entrevistaba en su submarino de fabricación casera a un inventor danés, falleció en un accidente dentro de la nave y su cadáver fue arrojado al mar por el dueño, según ha confesado este al tribunal.
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Así lo reveló hoy la policía danesa, después de que el juzgado de primera instancia que ha dictado prisión preventiva para el inventor Peter Madsen, sospechoso de homicidio involuntario, haya decidido levantar parcialmente el secreto de sumario, a petición de la fiscalía y de la defensa.
«El acusado ha explicado a la policía y al tribunal que hubo un accidente a bordo del submarino que provocó la muerte de Kim Wall y que luego arrojó el cadáver al mar en un lugar no definido en la bahía de Køge (sureste de Copenhague)», consta en el comunicado policial.
La policía danesa informó de que hay pistas concretas sobre la ruta del submarino en esa bahía y en el estrecho del Sund (que separa Dinamarca de Suecia) y que las marinas de ambos países continúan la búsqueda del cadáver, también con apoyo aéreo.
La desaparición de Wall, de 30 años, fue denunciada por su novio la madrugada del viernes 11, horas después de que esta se subiera a bordo del UC3 Nautilus -un submarino de casi 18 metros de largo y 40 toneladas- para entrevistar al inventor.
Madsen, de 46 años, declaró inicialmente que había desembarcado un par de horas después del inicio del viaje a la periodista en una isla del puerto de Copenhague y que luego siguió navegando hasta que sufrió problemas técnicos.
Pero el inventor cambió más tarde su declaración, aunque hasta ahora no se habían revelado detalles de su contenido.
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La policía danesa había admitido por primera vez una semana después de la desaparición que daba por muerta a Wall y que la búsqueda del cadáver se centraba en la bahía de Køge, tanto del lado danés como del sueco, ya que se cree que las corrientes podrían haber llevado el cuerpo hasta aguas de Suecia.
Las autoridades danesas han reiterado estos días su petición de ayuda en forma de testimonios a navegantes aficionados que hayan pasado por la zona entre la medianoche del día 10 y hasta diez horas más tarde, cuando fue avistado en la bahía Madsen, rescatado poco después al hundirse el submarino en el que navegaba.
La investigación ha revelado que el hundimiento fue provocado, supuestamente, por el propio Madsen, encarcelado 24 días «por homicidio involuntario en circunstancias agravantes», aunque los daños provocados en el hundimiento han impedido obtener más datos tras analizar el instrumental de la nave.
Madsen es una figura conocida en Dinamarca por sus diseños de submarinos y por ser el cofundador de la firma Copenhagen Suborbitals, creada en 2008 con el objetivo de lanzar algún día al espacio monoplazas tripulados y que ya ha hecho despegar con éxito varios cohetes experimentales sin personas a bordo.
«Cohete» Madsen, como le llama la prensa danesa, se enemistó hace tres años con el otro fundador, el arquitecto Kristian Bengtson, y dirige desde entonces otro proyecto con el mismo objetivo.