La Fuerza Armada venezolana ensayó este domingo maniobras de combate en el cierre de los ejercicios ordenados por el presidente Nicolás Maduro en respuesta a la advertencia de su homólogo estadounidense, Donald Trump, sobre una acción militar en el país petrolero.
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«¡Fuego!», gritaban soldados armados que marchaban en un valle del agrícola y ganadero estado Cojedes (centro), epicentro de las maniobras, iniciadas con una explosión y un toque de alarma.
Las tropas fueron acompañadas por blindados, aviones supersónicos y helicópteros, mientras que integrantes de la Milicia (grupo civil) simularon tareas de apoyo a escuadrones de paracaidistas.
«¡Somos atacados por fuerzas enemigas!», decía un locutor a través de altavoces dispuestos para el acto, transmitido en directo por la televisora gubernamental VTV. Sonaba al fondo música marcial.
Las maniobras en Cojedes, bautizadas como «Huracán Bolivariano» y en las cuales fueron probadas armas y explosivos comprados a Rusia, se realizaron en presencia del ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, y la cúpula militar.
«Hemos podido ver una sincronía perfecta entre los componentes» de la Fuerza Armada, celebró Padrino en un discurso tras el ejercicio.
El viernes, un decreto de la administración de Trump prohibió negociar deuda emitida por el gobierno venezolano y por su estatal petrolera PDVSA, lo que Maduro calificó de «brutal agresión» que abonaría el terreno para una posible intervención estadounidense.
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El alto mando de la Fuerza Armada, a la que Maduro confirió gran poder económico y político, ha declarado «lealtad incondicional» al mandatario socialista, confrontado a un fuerte rechazo popular.
«La peor hipótesis»
Los ejercicios iniciados el sábado se produjeron como respuesta al anuncio de Trump, el 11 de agosto, de que consideraba posible una eventual «opción miliar» frente a la grave crisis política y económica venezolana.
Sin embargo, funcionarios del entorno de Trump han desalentado esa posibilidad, advirtiendo empero que Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se desliza hacia una «dictadura».
«Los militares no podemos estar pensando que la agresión militar no se va a dar (…). Estamos pensando bajo la peor hipótesis», comentó Padrino, quien aseguró que las maniobras continuarán en el futuro para «seguir elevando el apresto operacional» de la Fuerza Armada.
El sábado, en la primera jornada de maniobras militares, decenas de civiles recibieron breves lecciones de tiro con fusiles, combate cuerpo a cuerpo y hasta de uso de baterías de cañones antiaéreos en el paseo Los Próceres, en Caracas.
Según Padrino, estas acciones demuestran «el carácter popular» de la defensa del país.
La especialista en materia militar Rocío San Miguel considera como «simple propaganda» las actividades, que movilizaron a unos 200.000 militares y unos 700.000 reservistas, milicianos y civiles.
Según la experta, Maduro busca «elevar los costos de cualquier deslealtad» en la Fuerza Armada y, en lo externo, «reafirmar un discurso antiimperialista» y «hacer creer que Rusia, su principal vendedor de armas, constituye un aliado en materia de defensa».
«Sanciones ejemplarizantes»
La presión internacional contra Maduro aumentó tras la instalación de una Asamblea Constituyente que él convocó y que rige el país como un suprapoder.
La Constituyente es desconocida por Estados Unidos y una docena de gobiernos latinoamericanos.
En una entrevista televisiva difundida este domingo, el dirigente chavista Diosdado Cabello, miembro de ese órgano, advirtió que están siendo analizadas «sanciones ejemplarizantes» contra dirigentes opositores que «llamaron a la violencia» en protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.
La Constituyente realizó este domingo una audiencia pública con las víctimas.
Su presidenta, Delcy Rodríguez, responsabilizó al presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, por las sanciones estadounidenses. «Se dedicó a pedir la intervención a Venezuela», aseguró en referencia a viajes al exterior del jefe legislativo.
Maduro pidió el viernes a la corte suprema y a la Constituyente enjuiciar «por traición a la patria» a Borges y otros líderes opositores.