Una banda de 10 malhechores fue detenida por detectives del Equipo de Frontera de la PDI de Iquique, luego que se les detectara intentando ingresar 600 mil cajetillas de cigarros, todos de contrabando. La carga, inicialmente, quedó avaluada en $1.200 millones pero gracias al operativo “Vigías del Desierto”, ahora todo quedó en manos del Ministerio Público.
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Según indicaron desde la policía civil indicaron que la banda la banda estaba compuesta por 9 chilenos y un boliviano y que su objetivo era trasladar la mercancía en siete camiones, los cuales fueron avaluados en otros 28 millones de pesos aparte.
Así, gracias a una acción coordinada entre el Equipo de Fronteras y la Brigada contra el Crimen Organizado (Brianco), las vigilancias se focalizaron en el desierto de la Región de Tarapacá, posicionándose en un camino alternativo que evade el control aduanero de Quillagua.
Fue en ese operativo en que los policías observaron a los siete camiones que transitaban en dirección sur, con claros indicios de eludir los controles aduaneros. Al momento de hacer contacto con los vehículos a cargo del contrabando, varios intentaron hacerse humo, pero todo fue frustrado por el actuar policial.
Posteriormente, se estableció que los camiones transportaban cigarrillos de las marcas «Pine», «Fox» y «Carnival», equivalentes a 12 millones de unidades. Su venta y distribución están prohibidas en el territorio nacional porque no cuentan con los permisos del Ministerio de Salud.
Los antecedentes del procedimiento fueron informados a la Fiscalía de Pozo Almonte, quienes instruyeron que los imputados queden detenidos a la espera de la citación por parte del Ministerio Público.
Por su parte, las mercancías fueron entregadas al Servicio Nacional de Aduanas.
