Javiera es sorda y en la universidad no entendía a sus profesores ni compañeros. Para ello, Red Apis, una empresa familiar de servicios tecnológicos inclusivos, de la cual ella es parte, creó una plataforma para que su mamá estuviese conectada desde su casa, a través de internet, y escuchara las clases en tiempo real para escribirlas y que así su hija las leyera como si fuesen subtítulos en vivo.
A esta plataforma le pusieron Visor, cuenta Diego Villarroel, socio fundador de RedApis. “En el camino nos fuimos dando cuenta que hay una serie de otras dificultades para las personas sordas, como ir al banco o al doctor y que no te entiendan ni tú a ellos”, dice. Pronto identificaron que este problema se extrapola a todos quienes no hablen el mismo idioma.
Actualmente cuentan con intérpretes en inglés, mapudungún y créole en distintas instituciones, como el Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis), Instituto de Previsión Social (ISP), BancoEstadoPoder Judicial, Movistar y DuocUc, entre otros. Tienen como meta ingresar a servicios de primera necesidad como seguridad (Carabineros y Bomberos) y servicios médicos.
Con esta tecnología, un haitiano puede ir al banco y el ejecutivo sólo tiene que activar la plataforma que se conecta con el “call center” y pide un intérprete de créole.
“Imagina una familia de haitianos que están sufriendo un incendio, no saben cómo comunicarse”, ejemplifica Villarroel y agrega que “el foco social y el alcance que tiene es infinito”.
Hay otros idiomas que también podrían empezar a operar, como el portugués o el coreano.
En cuanto a la expansión, ya están llegando a Perú y tienen otros países en mente, como Colombia. “Salir de Chile es muy posible, porque esto es sólo tecnología”, afirma Villarroel.
Con esta plataforma, el fundador de Red Apis destaca que no sólo ganan personas sordas o extranjeros, sino que también las instituciones. “Esto resuelve un problema también para la institución sobre cómo ésta es capaz de atender la diversidad que hay en la sociedad hoy”, dice.
Primera lengua
En RedApis trabajan alrededor de 70 personas, de los cuales unos 30 son intérpretes cuya primera lengua es la que deben traducir.
Además, el 80% trabaja en la oficina y el resto desde sus casas. Sólo deben conectarse cuando alguna institución requiera sus servicios.
La institución contrata por idioma, algunas tienen sólo lenguaje de señas, otros agregan el inglés, y así varía. Por ejemplo, el Senadis funciona para las personas con discapacidad.
Desde RedApis cuentan que este proyecto recibió el apoyo de Emprediem, a través de Mentores de Impacto, uno de sus programas de apoyo al emprendimiento, quienes colaboraron con capacitaciones y cursos para materializar Visor.