Al menos siete años tardó la Congregación Hermanos Maristas en denunciar presuntos abusos sexuales contra menores, que se habrían producido en algunos colegios de Santiago en 2010. “No había protocolos”, fue el argumento que se usó para justificar esta tardanza, hecho que fue criticado por la Iglesia.
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“No estaba claro cómo proceder”, dijo Mariano Varona, delegado provincial para la protección de menores de la organización a La Tercera. “Nosotros consultamos a dos personas autorizadas y ellas nos recomendaron que si las víctimas no denunciaban, nosotros no interpusiésemos nada. Según eso procedimos. A posteriori, nos dimos cuenta de que la actuación no fue la correcta y hemos pedido perdón”, agregó el vocero.
Los hechos que denunciaron se habrían producido entre los años 1970 hasta 2000, tanto en el Instituto Alonso de Ercilla de Santiago y el Colegio Marcelino Champagnat de La Pintana, donde trabajó Abel Pérez Ruiz hasta 2008. Los abusos los habría cometido mientras era profesor y vicerrector en ambos establecimientos, respectivamente.
En ese sentido, la congregación se enteró recién en 2010 de que Pérez Ruiz, hoy de 70 años, habría cometido los abusos a jóvenes de un promedio de 14 años. Según él, estos terminaron en el año 2000.
Con esos datos sobre la mesa, la Iglesia Católica criticó el hecho. Así, el obispo Alejandro Goic indicó que pese a desconocer la causa específica, “admito que causa extrañeza conocer una actitud tan delicada con una tardanza tan incomprensible”.
Los datos fueron puestos a disposición de la justicia este lunes, cuando Patricio Pino, representante legal de la congregación, entregó los detalles a la Fiscalía Centro Norte.