La cita era por un motivo totalmente distinto. El 6 de abril pasado, el entonces ministro Rodrigo Valdés debía pagar una apuesta al presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro.
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La deuda sería saldada con un almuerzo. La idea era resaltar que la empresa cuprífera había completado la meta de reducir los gastos y además de generar excedentes para el Estado, superando la meta impuesta por el Gobierno.
Estaban en un local en la calle Huérfanos, pero el encuentro tuvo que finalizar antes de lo esperado, luego de que la saliente autoridad comenzó a ser insultado por personas adherentes al movimiento «No+AFP»
Con la intención de exigirle mejores pensiones, el tono de los insultos comenzó a escalar hasta el punto en que tanto Valdés como Pizarro comenzaron a recibir monedas y palabras de grueso calibre. Debido a esto, ambas autoridades debieron abandonar el lugar.
“Es parte de la pega a veces recibir, yo entiendo que a veces la gente se enoja”, decía en ese minuto Valdés a la prensa, al mismo tiempo que caminaba aceleradamente para tratar de evitar las agresiones que iban multiplicándose.
El ex ministro cumplió con su rol de liderar la creación de los proyectos que la Presidenta exigió para tener mejores pensiones, los que fueron presentados el 10 de agosto. Sin embargo, completar esta tarea para él quedó pendiente porque 21 días después, comunicaba su renuncia.
Posteriormente, el ministro del Interior, Mario Fernández, la vocera de gobierno Paula Narváez y el titular de la Segepres, Nicolás Eyzaguirre, acudieron a la sede del Ministerio de Hacienda para brindar su respaldo a la autoridad. Ahora es este último quien lo reemplaza en el cargo.