Los peores temores en torno a la crisis entre Corea del Norte y Estados Unidos se confirmaron, por intermedio de un informe de la Agencia de Inteligencia sobre Defensa (DIA): Pyongyang posee 60 armas nucleares dispuestas para afrontar una acción bélica. Para agravar la situación, Corea del Norte «innovó» con dispositivos miniaturizados.
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Pese a las unánimes críticas mundiales, Corea del Norte sigue desarrollando imperturbable sus programas militares, como lo demuestra su último disparo de un misil que sobrevoló en esta semana Japón. Ello ha provocado desde hace años enfrentamientos entre Pyongyang y Washington, pero la situación se agrava actualmente tras la llegada de un presidente muy poco ortodoxo a la Casa Blanca.
En estos dos meses, Pyongyang lanzó con éxito dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM), que ponen a su alcance parte del continente norteamericano. También amenazó con atacar el territorio estadounidense de Guam, isla del Pacífico que alberga importantes instalaciones militares. Como respuesta, un apocalíptico Donald Trump amenazó con que el «fuego y la cólera» se abatirían sobre Corea del Norte.
Pyongyag afirma que debe protegerse de una invasión de Estados Unidos. Los ICBM refuerzan su capacidad de disuasión, y le permiten amenazar ciudades estadounidenses, además de Corea del sur y Japón, dos aliados de Washington.
El que Corea del Norte haya conseguir «miniaturizar» ojivas nucleares, para que puedan ser transportarse por misiles balísticos intercontinentales, es una de las alertas que coloca en el tapete la DIA.
Según los analistas, la próxima etapa podría tratarse de disparos simultáneos sobre Japón. Corea del norte podría también ampliar la distancia recorrida (2.700 km el martes), teniendo en cuenta que Guam está a unos 3.400 km de su territorio.
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Washington presiona a Pekín para que endurezca su posición ante Corea del Norte, pero China teme un derrumbe del régimen de Pyongyang.
«Lo que al comienzo parecía como una crisis de los misiles cubanos en cámara lenta, ahora se parece más al Manhattan Project«, compartó Robert Litwak, un especialista en no-proliferación del Centro Woodrow Wilson y autor de Preventing North Korea’s Nuclear Breakout (Prevenir el éxito nuclear de Corea del Norte). «Hay un sentimiento de urgenciadetrás del programa que es nuevo en la era de Kim Jong-un».Washington y Tokio quieren aumentar la presión sobre el Norte, pero Pekín y Moscú abogan por un compromiso: el final de las pruebas balísticas norcoreanas a cambio de que se suspendan los ejercicios militares de Estados Unidos con Corea del Sur.